La economía cusqueña atraviesa su período más prolongado de contracción desde la pandemia. La caída del turismo, la menor inversión pública y la desaceleración minera han hundido al sur andino en una recesión que amenaza el empleo de miles de personas.

La región que fue ejemplo de diversificación agrícola enfrenta una desaceleración que evidencia los límites de una inversión pública que no logra reactivar su economía. El impacto del clima, la caída del plátano y la palma aceitera, y la falta de gestión eficiente han golpeado a miles de productores rurales.

La región amazónica enfrenta una de las peores contracciones económicas del país: el desplome de la agricultura y del gas natural ha reducido drásticamente los ingresos de miles de familias, mientras la inversión pública tampoco despega.

Mientras la economía peruana creció 3,9% en 2025, Cusco retrocedió hasta 8,1% en su PBI regional en un solo trimestre. Minería paralizada, turismo en crisis y agroindustria debilitada muestran la urgencia de medidas estatales para evitar un daño irreversible.

La Asociación de Contribuyentes del Perú identificó una serie de factores que revelan que el país no se encuentra en un buen momento económico para gravar más impuestos. La informalidad, el desempleo y alto déficit fiscal, el cual llegó a 3.9% en 2023, determinan que apenas estamos saliendo de la recesión y sería contraproducente asfixiar más a los formales. 

El índice de producción nacional desestacionalizada presentó una ligera variación positiva de 0.08% en octubre de 2023. Los sectores con mejor desempeño durante el décimo mes del año fueron pesca (+25.3%), agropecuario (+0.1%) y manufactura (+3.8%).

En tanto, las regiones con azul fueron 11 lideradas por Moquegua, que cerró el tercer trimestre con 26.7%. Le siguen Arequipa, Cusco, Huancavelica y otros.

El país necesita inversión privada para salir adelante, pero algunos municipios boicotean el desarrollo paralizando proyectos inmobiliarios, cerrando ferias o evitando que los propios vecinos usen las áreas públicas. El economista Hans Rothgiesser remarcó que "la única forma seria y sincera de recuperación económica es la inversión privada".

El presidente del Instituto Peruano de Economía (IPE) y director del Banco Central de Reserva del Perú analizó los motivos que impulsaron la recesión económica en el país y cómo el plan de reactivación del gobierno puede revertir las cifras en el mediano y largo plazo.

Durante CADE 2023, el economista y el especialista en finanzas públicas señalaron a VIGILANTE.PE que el gobierno debe traducir todas las medidas planteadas en acciones para evitar el retroceso del Perú.

Tras el anuncio de recesión, se intentará mantener a flote la economía nacional con un paquete de medidas impulsadas en favor del sector minero, el cual contará con una cartera de proyectos a partir del 2026 que supera los US$46,000 millones.

Un estudio del Instituto Peruano de Economía revela que el 60% de peruanos entre 18 y 24 años tiene planes de mudarse del país en los próximos 3 años. Esta decisión se debe a la constante tensión política y la inestabilidad económica del Perú, la cual se encuentra en recesión tras la caída del 0.63% del PBI nacional.

El Instituto Peruano de Economía se pronunció sobre la presentación del proyecto de ley que ofrece beneficios tributarios a empresas en el marco de la reactivación económica del sector industrial. Según la entidad, al no contar con un sustento de impacto económico y antecedentes que certifiquen su efectividad, el documento se convierte en una estrategia diseñada para fracasar.

Para reactivar la economía nacional, el Ejecutivo aplica una serie de medidas enfocadas en sectores como agricultura, textil, minería y construcción. El miembro del directorio del Banco Central de Reserva, Diego Macera, advierte que “nadie crece si no sabe a dónde va y el Perú hoy está perdido”.

Con la caída del PBI en 0.63% en agosto de 2023, el Ministerio de Economía y Finanzas se sinceró y anunció que el país se encuentra en recesión. Expertos aseguran que este resultado responde a 4 factores: la llegada del Fenómeno del Niño, violentas manifestaciones, la ineficiencia del gobierno y la menor recaudación tributaria.

La conflictividad social en la zona sur del país puso en grave peligro la economía peruana, siendo uno de los sectores más golpeados el turismo que hasta ahora no logra recuperar los niveles prepandemia y, actualmente, registra un 77% menos turistas en Machu Picchu que en 2019.

El impacto del Niño Costero, las renovadas tensiones políticas y sociales, y políticas populistas que afecten la competitividad son algunos de los factores que ponen en jaque la economía. Actualmente, la proyección de crecimiento peruana es menor a la del resto del mundo, pues se posiciona en apenas un 1.6%.

Estimaciones de Phase Consultores indican que Puno cayó en recesión técnica luego de haber presentado dos contracciones trimestrales consecutivas. Esto, a raíz de las violentas protestas desatadas en el sur del país.