Aníbal Torres dice que gobierno de Castillo es de izquierda y que prioriza a los pobres: ¿Es cierto?
Discurso del premier en Tacna choca con los hechos y la realidad, porque en poco más de un año en el poder, el sindicalista chotano solo benefició a sus amigos y allegados con obras, contratos y cargos públicos, mientras que los más vulnerables son los más afectados por su incapacidad manifiesta para atender los problemas urgentes del país.
De espaldas a la verdad. El premier Aníbal Torres afirmó durante una reciente vista oficial a la ciudad Tacna, que el gobierno de Pedro Castillo es de izquierda y que prioriza a los más pobres, pero su discurso choca con los hechos que se han conocido en poco más de un año de gestión.
“Este gobierno es de izquierda, en el sentido de que, hay que tratar prioritariamente a las poblaciones más necesitadas, a los más vulnerables, tratando de superar la pobreza y la pobreza extrema”, dijo el jefe de gabinete, cuya familia también se ha beneficiado del Estado, con millonarios contratos.
¿Es cierto esto? Veamos. Desde que Castillo Terrones llegó al poder, los que se han beneficiado en realidad solo han sido sus amigos y allegados, con obras, contratos y cargos públicos.
De hecho, la fiscalía le abrió al presidente seis investigaciones, cinco de ellas por organización criminal, por el direccionamiento de licitaciones y el pago de coimas para los ascensos en la Policía y Fuerzas Armas, entre otros ilícitos; existen testimonios, documentos y evidencias que lo implican directamente en esos casos.
Incluso, el entorno más íntimo de Pedro Castillo está implicado en graves actos de corrupción: su esposa, Lilia Paredes, enfrenta un pedido de impedimento de salida del país; su cuñada, Yenifer Paredes, está bajo prisión preventiva; y su sobrino, Fray Vásquez, se encuetra prófugo. Otros exfuncionarios de su confianza están bajo investigación o han empezado a colaborar con la justicia.
Además, desde el inicio de su gestión nombró en ministerios y cargos claves del Ejecutivo a personas sin experiencia ni el perfil necesario, lo que explica, en parte, la incapacidad manifesta de su gestión para atender los problemas más urgentes del país.
Su gobierno no pudo ni siquiera comprar uera para los agricultores, tras tres procesos fallidos y la crisis en el campo afecta sobre todo a los más pobres. Ninguno de los ministerios pudo cumplir hasta agosto pasado la meta de ejecución presupuestal (70%) que el mismo premier Torres anunció.
Otra falacia
“No vamos a afectar la gran empresa, en el Perú, su actividad está plenamente garantizada, ¿por qué? Todos hay que ser muy conscientes que los peruanos nos necesitamos, el capital, sea nacional o extranjero, es absolutamente indispensable para emprender nuestro desarrollo; sin capital no hay desarrollo, así como tampoco lo hay con la mano de obra”, dijo también el premier Aníbal Torres, quien no obstante ha insistido, junto con Castillo, en un discurso de odio y división entre peruanos.
¿Es verdad esto? La actual crisis económica que afecta a los más vulnerables se debe, sobre todo, a la desconfianza empresarial que generan la alta inestabilidad política (Castillo ha nombrado 71 ministros en 13 meses de gestión, un récord sin precedentes) y a la incertidumbre por la falta un rumbo claro del gobierno.
Y sin confianza, no habrá impulso real en la inversión privada, que es la que crea empleo formal y sostenido. Para 2022 se estima que la inversión privada no crecerá (0%), y la inversión extranjera caería 17% este año y en 11% el próximo.
El BCR acaba de señalar que con el débil crecimiento del PBI, en torno al 3%, que se proyecta para la economía peruana, no será posible reducir los niveles de pobreza y desempleo que aumentaron en Perú tras la pandemia.
La inversión privada es el motor del crecimiento económico, pero la falta de esta no se puede suplir indefinidamente con bonos y subsidios como pretende el gobierno, porque que tarde o temprano empeorará la situación de las arcas públicas y las consecuencias las pagaremos todos.