Valdés: «Hay un uso político de las rondas para darles un rol de fuerza parapolicial»
El exviceministro del Interior analiza lo que sucedió esta semana con dos periodistas en Cajamarca, la crisis política que atraviesa el país y los retos y deficiencias de un sector clave no solo para la seguridad ciudadana, sino también para la captura de los prófugos vinculados al gobierno, lo que puede marcar el fin del gobierno de Pedro Castillo.
La situación política en el país se agravó por la noticia de un secuestro de periodistas en Cajamarca a manos de un grupo de 40 a 50 ronderos, que estarían a favor de la gestión del presidente Pedro Castillo. La grave situación se enmarca en una denuncia contra la cuñada del mandatario, Yenifer Paredes, quien ofreció una obra de saneamiento a un pueblo de la región acompañada de un empresario que ganó un millonaria contrato con el Estado tras reunirse varias veces con ella y la primera dama, Lilia Paredes, en Palacio.
A ello se suma que han pasado más de 100 días desde que el exsecretario general de Palacio Bruno Pacheco, y el sobrino del presidente, Fray Vásquez, siguen prófugos de la justicia. También el exministro de Transporte y Comunicaciones Juan Silva, quien sería parte de la red criminal que lideraría el presidente Castillo, según la tesis fiscal. Pero además, el premier Aníbal Torres complicó el problema atacando a las Fuerzas Armadas y a la Policía, al minimizar su trabajo frente a las rondas campesinas.
Vigilante.pe conversó con el exviceministro del Interior Ricardo Valdés, para analizar el contexto político que además trajo consigo un nuevo ministro del Interior, Mariano Gonzáles.
- El miércoles 6 se conoció que un grupo de ronderos de Cajamarca secuestraron a periodistas. Esta grave situación se enmarca, además, en la presentación del proyecto de ley conocida como “ley mordaza”. ¿Cómo analiza este contexto?
Es tremendamente preocupante que haya una situación donde confluyen un secuestro, que es uno de los delitos más serios que hay en el Código Penal, y una manipulación de las rondas campesinas para hacerles creer que su rol, que se limitan a la prevención del delito en sus territorios, para ir a campos que nos les competen, porque no tienen porqué secuestrar a gente con un fin político ni mucho menos para obligarlos, bajo amenazas, a leer comunicados a favor del gobierno que, a todas luces, no tienen ningún valor al ser obtenidos de esa manera.
Mas preocupante en el contexto es esa ley que plantea el Ejecutivo con la finalidad de restringir que un medio de comunicación haga investigación y que de alguna forma pueda revelar o transmitir información de una investigación fiscal. Lo relaciono con el tema de los ronderos porque ellos no han secuestrado a cualquiera, sino que lo han hecho contra periodistas de Cuarto Poder que vienen denunciando cosas serias, un helipuerto informal y sobre todo la intromisión (de Yenifer Paredes) para ofrecer obras públicas. Entonces, esto a todas luces juega mucho con las denuncias de corrupción que viene afrontando el presidente y que tiene que ver con ciertas obras entregadas ligadas a sus familiares.
- Además, esta ley que criminaliza a las fuentes fiscales o judiciales se da en medio de una serie de investigaciones contra Bruno Pacheco, Fray Vasquez y Juan Silva, que están prófugos…
Desde un principio el señor Castillo y la gente de Perú Libre, en julio de 2021, tuvieron como propósito no solo tomar el Estado con fines económicos o de corrupción, sino que les era absolutamente imprescindible para tomar el control de la información que se manejaba en el Ministerio del Interior.
Había mucha gente asociada al señor Castillo procesada por terrorismo, narcotráfico, lavados de activos o corrupción. Recordemos todos los operativos de la Diviac contra Los Dinámicos del Centro, que tocaban de cerca al promotor de Perú Libre y principal aliado (Vladimir Cerrón), en esa época, de Castillo. Está más que demostrado en las intromisiones que se pusieron en evidencia cuando los viceministros de ese momento renunciaron, en agosto de ese año, porque se opusieron a que, de manera antojadiza, se designe a autoridades en el ministerio. Además, se denunció que hubo un intento por manejar estas investigaciones que estaban en la Diviac o la Dircote.
En ese momento, los nombramiento de los ministros, como se vio en el caso de Avelino Guillén, obedecía en manejar esa información con cambios en la comandancia general de la Policía. Cuando Guillén fue maltratado por el presidente, da cuenta de la intencionalidad del manejo de las fuerzas policiales a través de Javier Gallardo, y por medio de la denuncia del general Javier Bueno, pone presión a la primera ministra (Mirtha Vásquez) y se da el desenlace. Quien entra es el general Vicente Tiburcio, que resultó incómodo a la gestión Castillo. Ahí tuvo la suerte de encontrase con un personaje como Dimitri Senmanche, que sabiendo el mar de fondo de existía, en Palacio y la PNP, aceptó dirigir el ministerio y cambiar al comandante general por el que le estaba estrechando el círculo al sobrino del presidente y a Pacheco. Lo remueve a Tiburcio para poner a general Alberto Vera Llerena, que se ha hecho de la vista gorda y que alimentó en el ministro del Interior una información tan estúpida como decir que la videovigilancia no supone seguimiento. Eso es absurdo.
Ahí ganaron tiempo y la investigación se llevó con pies de plomo por la lentitud, más no por la seguridad que suponía. Esto ha facilitado que no capturen a Silva pues va a terminar afectando el honor y la libertad del señor Castillo. Tarde o temprano terminará pagando por los delitos.
- Los tres prófugos, antes de serlo, afirmaban que estaban limpios de corrupción. Sin embargo, vemos lo contrario. ¿Puede darse la misma situación con Yenifer Paredes?
Es una posibilidad que no hay que descartar, todo depende de cómo avancen las investigaciones en el Ministerio Público. Ahora estuvo la primera dama declarando y luego irá la hermana a declarar. Ahí hay muchas cosas que explicar. Creo que el nerviosismo de Castillo cuando declaró del tema hace evidente que siente que el cerco se le está estrechando, porque a todas luces hay un montón de gente relacionada a él que se ha visto beneficiada con las licitaciones.
- La ley mordaza, la fuga de los implicados, el secuestro de periodistas, el caso Paredes. Todo se encausa en la nueva gestión del ministro del Interior, Mariano González…
Lo que puedo decir a su favor es que él si no nos va a negar que videovigilancia implica seguimiento, pues renunció como ministro por ser seguido. Por experiencia propia sabe que la videovigilancia es también hacer seguimiento. Al margen de ese detalle, me queda claro que González no ha hecho nada a favor de al captura de los prófugos, no ha declarado lo más elemental que es nombrar un grupo de trabajo ad hoc, compuesto por fiscales independientes que conduzcan la acción penal como manda la ley con los mejores especialistas de la Diviac y Digimin para dar con el paradero de los prófugos. Si él fuese independiente y con intención de capturarlos, ya hubiera conformado el grupo para integrarlo con el Poder Judicial para que, a su vez, se levante el secreto de las comunicaciones y bancario, con la finalidad de seguir las transacciones de estos personajes.
González no está dando ningún tipo de indicador que nos permita pensar que él sí está tras la búsqueda. Esa es su principal objetivo porque reemplaza a un ministro censurado por dejar fugar a Silva. Además, lo menos que pudo hacer es tener una acción más contundente sobre la sanción a los ronderos por el secuestro y un pronunciamiento que se refiera a ese caso. Hemos cambiado mocos por babas, hablando de manera coloquial. Es decir, tenemos más de lo mismo.
Creo que hay una complicidad con el entorno del presidente, porque aceptar un cargo de ministro, en el sector del Interior, con el encargo fundamental de apresar a los prófugos que podrían llevar a la cárcel al presidente, necesita mucha independencia y autoridad moral. Era muy difícil conseguir el perfil, pero consiguieron a González, que me parece que hace lo mismo que el ministro anterior.
- El premier Aníbal Torres además arremetió contra las Fuerzas Armadas y la Policía, en lo que es señalado como un respaldo a las ronda campesinas…
Hay un respaldo a las rondas campesinas y me sorprende que los ministros del Interior y Defensa no hayan saltado hasta el techo. Amerita una declaración pública del mismo nivel que el premier y ante los mismo medios. Pero eso es pedirle peras al olmo, porque me parece que están sujetos a la ambición de poder, nada mñas. Si el premier ofende a la PNP y el comandante general no dice nada, pues estaría obedeciendo a otros intereses, que serían los del presidente.
- ¿Considera que Castillo promueve comportamientos negativos en las rondas?
Desde un principio. Desde los primeros días del gobierno, Castillo prometió a los ronderos darles algo que era inviable e inconstitucional pues el orden interno está a cargo de la Policía, no de ellos. Pretender darles otra categoría o usarlos como lo hizo Bellido (primer premier del gobierno) como escolta junto a la Policía . Es un uso demagógico de los ronderos, es un uso político para manipular y darles un rol que nunca tuvieron. Algo así como una fuerza parapolicial, lo que esta prohibido por la Constitución, que justamente buscan cambiar y me imagino para darle otro poder y convertir en una milicia a las rondas. Eso no debe ser así, sino vamos a tener desmembradas a las fuerzas del orden y desnaturalizada la función de la Policía Nacional. En la lucha contra la inseguridad y lo que afecte el orden interno tiene que haber una sola cabeza, un solo mandato porque de lo contrario tendríamos un montón de pequeñas fuerzas armadas, policiales o milicias armadas por las calles; que es esta tontería que impulsó lamentablemente el Congreso (armar y financiar a los comité de autodefensa). Ahí, hay que decirlo, que el Ejecutivo se pronunció, pero tibiamente porque saben que puede usarlo a su favor.