58% de postas médicas funcionan menos de 12 horas al día en Perú

A propósito del sensible fallecimiento del congresista de Fuerza Popular, Hernando Guerra García, es importante analizar lo grave que se encuentra el primer nivel de atención de salud en Perú. En el país existen 8,279 establecimientos de primer nivel de atención que, de encontrarse verdaderamente equipados, podrían suplir hasta el 85% de las necesidades clínicas que presenten los ciudadanos. Para desdicha de muchos, la estadística revela lo contrario, pues las postas médicas sólo cuentan con cuatro médicos por cada 10,000 habitantes. Esto refleja que el 45% de centros de salud carecen de profesionales verdaderamente capacitados.

A esto le sumamos que, según el Observatorio Propuestas del Bicentenario, el 58% de centros médicos no abren sus puertas por más de 12 horas al día. Las regiones que cuentan con un nivel inferior al promedio nacional en atención de primer nivel de manera continúa son Ancash (18.9%), Cusco (20.8%), Amazonas (21.5%), San Martín (23.4%), Loreto (27.7%), Huancavelica (30.1%), Cajamarca (33.2%), Ucayali (36.1%), Puno (36.8%), Junín (38.7%), La Libertad (40.1%) y Lambayeque (40.9%).

ESCASEZ DE MÉDICOS, MEDICAMENTOS Y CAMAS UCI

El mismo observatorio nos revela que Perú también sufre una escasez de profesionales médicos dispuestos a laborar en el Ministerio de Salud (MINSA), pues sólo existen 9.6 médicos en el sector público por cada 10,000 personas. Esta situación se repite en el caso de las camas para la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), debido a que, a nivel nacional, solo contamos con 13.4 por cada 100,000 peruanos. Cabe precisar que el Estado, a través de los Gobiernos Regionales, concentra el mayor porcentaje de camas UCI en el país con un 27.05%.

Asimismo, información de Videnza Instituto revela que, pese a que el Estado concentra los mayores volúmenes de distribución de fármacos, el 43% de afiliados al Seguro Social de Salud (EsSalud) y Seguro Integral de Salud (SIS) adquieren sus medicamentos en boticas y farmacias privadas. Esto no responde a una suerte de monopolio, sino que evidencia la pésima gestión estatal para distribuir medicinas a las 24 regiones del país.