Injerencia a la boliviana: ¿Qué busca el presidente Luis Arce al desconocer el gobierno de Boluarte?

El mandatario boliviano, Luis Arce, declaró que no reconoció al gobierno de Dina Boluarte, acusó a la derecha de querer desestabilizar al país. La expresidenta de Bolivia, Jeanine Añez, sostuvo que al «igual que en 2019, la cúpula del MAS confabula y huye. Instigan en Perú una guerra civil, la toma del poder absoluto sin importarles la vida y se van a hacer demagogia a Argentina».

El presidente boliviano, Luis Arce Catacora, marcó los mismos pasos que su antecesor, Evo Morales, con la finalidad de generar más zozobra en la región y complicar las relaciones bilaterales entre Perú y Bolivia.

Lejos de mantenerse al margen de los hechos internos del país, Arce sostuvo, durante su participación en el Ampliado Nacional Extraordinario del Magisterio Único de Bolivia, que su gobierno desconoce la gestión de la presidenta Dina Boluarte, quien asumió el cargo, conforme lo señala la sucesión constitución y tras el golpe de Estado de Pedro Castillo.

Además, sin conocer realmente lo que sucede en el Perú, el boliviano afirmó que el Perú está luchando por recuperar su democracia y acusó a la derecha de querer desestabilizar a los gobiernos de América Latina.

La postura de Arce generó malestar en la Cancillería peruana, que intenta mantener buenas relaciones con países que han arremetido contra la institucionalidad del país como México o Colombia.

Sin embargo, ante la magnitud de las palabras de Arce, la Cancillería hizo llegar un comunicado al embajador boliviano en Perú, Carlos Aparicio, en la cual transmite una enérgica protesta y anuncia la evaluación de acciones ante nuevos actos de injerencia por parte de Bolivia. ¿Qué busca Arce con estas palabras? El mandatario boliviano estaría intentando seguir el camino de el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, y generar un bloque de izquierda en la región que le permitiría a Morales cimentar la Runasur.

Sobre el tema, el congresista Ernesto Bustamente, señaló que «el Perú debe dar ultimátum a gobierno de Bolivia, para que detenga apoyo material y financiero a terroristas en Perú. Cumplido el plazo sin solución, el Ejército del Perú deberá ingresar a Bolivia y ocupar cautelarmente recursos naturales que garanticen una ulterior reparación».

En tanto, la expresidenta de Bolivia, Jeanine Añez, sostuvo que al «igual que en 2019, la cúpula del MAS confabula y huye. Instigan en Perú una guerra civil, la toma del poder absoluto sin importarles la vida y se van a hacer demagogia a Argentina». En esa línea, exhortó a Arce a que «atienda a 800 camioneros bolivianos varados por los conflictos que azuzan».

AVALARON A CASTILLO

El gobierno también respalda las intensas protestas que estamos viviendo desde diciembre del año pasado y al expresidente Castillo, aduciendo, incluso, que este fue defendido por un supuesto “hostigamiento antidemocrático”.

A ese contexto se suma que la frontera Perú – Bolivia está cerrada desde el 4 de enero debido a la paralización de las actividades económicas en Puno y que Evo Morales, expresidente boliviano, tiene prohibida la entrada a nuestro país por intromisión en política interna, luego de que se revelara que él y 12 funcionarios entraron a suelo peruano para difundir su discurso político divisionista.

PONCHOS ROJOS

Vigilante.pe entrevistó de manera exclusiva al diputado boliviano, Erwin Bazán, quien sostuvo que uno de los responsables del ingreso de balas tipo ´dum-dum´ a nuestro país son los Ponchos Rojos, milicia aymara ligada al Movimiento al Socialismo(MAS), partido de Morales.

AMLO Y ARCE

Luego de que la cancillería mexicana anunciara que se otorgaría asilo político a la familia del expresidente Pedro Castillo, el gobierno peruano declaró al embajador mexicano, Pablo Monroy, persona non grata, y fue expulsado de nuestro país.

La Ministra de Relaciones Exteriores, Ana Gervasi, señaló reiteradas injerencias por parte del gobierno mexicano al momento de emitir el comunicado de expulsión hacia Monroy. Todo indica que Arce buscaría tener una relación dividida, tal como lo hizo el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador.

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