¿Ayudaría a bajar el precio de la gasolina que Petroperú compre grifos?
Bajo la lupa la última propuesta que lanzó el presidente Pedro Castillo para frenar supuestamente el alza del costo de los combustibles que han seguido subiendo, pese a exoneración del ISC.
El presidente Pedro Castillo anunció que su gobierno evalúa la posibilidad de que Petroperú compre grifos, porque cree que con ello se podrá reducir del precio de los combustibles, que siguen subiendo pese a las medidas del gobierno para frenar su alza, como la exoneración del ISC, pero expertos alertan que se trata de otro despropósito que no tiene sustento ténico.
Los precios de los combustibles se han incrementado 40,28% en los últimos 12 meses en Perú, en línea con el encarecimiento del barril de petróleo en el mercado internacional, cuyo promedio en junio de 2022 es de US$118. En abril del 2020 se cotizaba en US$18.
Propuesta bajo análisis
Contrariamemente a lo que se cree, Petroperú solo es dueña de un grifo en todo el país, ubicado en Iquitos (Petrocentro Río Amazonas). El resto de 700 estaciones de servicio que tienen su logo son de privados, con los cuales ha firmado contratos de suministro.
Pero el Gobierno ahora pretende que la petrolera estatal vaya un paso más allá y no solo preste su marca a terceros, sino que ingrese a la venta minorista de combustibles con grifos propios.
Castillo parece convencido de que ello ayudará a que bajen los precios de las gasolinas, incluso anunció que que se reunirá con el presidente de Petroperú, Humberto Campodónico, para “hablar y finiquitar” este asunto.
El experto en temas de hidrocarburos César Gutiérrez, expresidente de Petroperú, sostiene que es una medida absurda que la petrolera estatal ingrese a la venta minorista de combustibles, porque para poder influir en los precios debe tener una posición dominante en un mercado en el que hay casi 5,000 grifos en todo el país.
Además, Petroperú no tiene los recursos para ello, ya que está sumida en un crisis financiera y reputacional tras la cuestionada gestión de Hugo Chávez Arévalo, un hombre cercano al gobierno y al presidente Castillo.
Para implementar un grifo se necesitan entre US$800 mil y US$1 millón, incluido el terreno, explica Gutiérrez, por lo que ve inviable el anuncio del mandatario, ya que se requeriría mucho dinero para lograr una posición de dominio en un mercado muy grande de estaciones de servicio.
A ello se suma que un grifo necesita estar ubicado en un lugar estratégico y con alto tránsito, para que sea competitivo, pero las otras cadenas ya coparon la mayoría de esos lugares, sobre todo en Lima.
“Por otro lado, los grifos no aparecen de la nada, demora un promedio de ocho meses, el resultado no sería de inmediato. Además, al no tener dinero, mis principales compradores me dejarán de comprar y buscarán otro proveedor”, alertó en RPP Gutiérrez.
Lo que tampoco puede contralor el Gobierno o Petroperú es el precio internacional del crudo, que sigue subiendo, por la mayor demanda ante la reapertura de la economía mundial tras la pandemia, la guerra en Ucrania y la temporada de invierno en el hemisferio norte que incrementa el consumo de combustibles.
¿Qué hacer entonces?
Gutiérrez sostiene que una medida inmediata puede ser que Petroperú aproveche su posición en el mercado y llegue a acuerdos con sus grifos asociados, para convenir un precio por zona o distrito.
“Petroperú está vendiendo la gasolina un 12% por encima del precio que debería ser y por qué lo hace, porque el diésel lo tiene 19% más atrasado; es decir, está subsidiando con la gasolina lo que se pierde con el diésel”, explica el experto.
Entonces, dijo, la petrolera estatal tiene margen para implementar una política de precios baratos sectorizada, y para ello no es necesario ser propietario de grifos; puede llegar a acuerdos con sus clientes, para abastecerlos a un precio preferente.
En lo que coincide la mayoría de expertos es que, a mediano y largo plazo, lo que se debe buscar es masificar el gas natural de Camisea, que el Perú produce y exporta en cantidades, y es el único combustible en el país que no está expuesto a los vaivenes de los factores externos.