Javier Milei cumple su primer año como presidente de Argentina con un panorama dividido entre la esperanza de recuperación económica y las críticas por el impacto social de sus políticas. Mientras la inflación muestra señales de desaceleración y el empleo registra leves mejoras, los índices de pobreza y las dudas sobre su modelo económico mantienen a la nación en un tenso debate: ¿es este el final de la crisis o un camino hacia mayor desigualdad?

En la actualidad, más de 9,7 millones de peruanos son pobres. Esta cifra no solo es producto de las crisis que afrontaron los peruanos durante el gobierno de Pedro Castillo, sino también por las pésimas políticas de Estado que se impulsaron desde la pandemia. 

En detalle, se incrementaron los envíos de oro hacia Canadá; de plomo y hierro hacia China; y de molibdeno hacia Chile.

Son 15 regiones que tienen impacto negativo en su PBI, lo que podría generar que, a fines del 2023, en cada una de ellas el nivel de pobreza aumente sustancialmente.

¿Se pudo combatir la pobreza? Diversos estudios demostraron que sí. Sin embargo, la pésima gestión de Pedro Castillo provocó que más peruanos sean pobres. Una de las tantas razones es su nula capacidad para designar ministros.

A penas el 16% de la población económicamente activa tiene un trabajo formal adecuado. De esa cifra, casi dos millones tienen un salario de hasta S/2000.

Si analizamos cómo está compuesto el PBI por tipo de gasto, la inversión privada representa el 80%, mientras que la pública a penas llega al 20%. La reducción de burocracias y complicaciones legales para favorecer la inversión podría ser la línea de ruta hacia la superación de la pobreza. 

El Perú acumula 9,5 millones de ciudadanos en estado de pobreza y pobreza extrema. Es necesario establecer un entorno favorable para la inversión privada y la generación de empleo, con el fin de lograr una reducción sostenible de la pobreza en el país.

¿Ciudad de ricos, campo de pobre? Evidencia estadística revela importante información: si bien la zona rural aún tiene muchas brechas de servicios públicos que cerrar, los que más han perdido han sido los que viven en las ciudades.

Según Datum, 3 de cada 4 peruanos (76%) percibe que la situación económica actual afecta negativamente su calidad de vida. Actualmente, hay 2.694.000 pobres más respecto al 2019, el año anterior a la pandemia y al gobierno de Pedro Castillo.

El gasto por cada integrante de una familia aúmentó de 378 soles a 415 soles por mes, un 9,7% más en relación al 2021.

El informe del Banco Mundial agrega a esta cifra que otros 700 000 peruanos pasaron de situación vulnerable a pobre, lo que suma un total de 1.4 millones de peruanos en riesgo ante la continuidad de los desastres naturales en regiones o ante cualquier situación negativa. 

La pobreza monetaria en el 2021 alcanzó el 42,6% de la población puneña. Es preocupante que la incidencia de la pobreza no ha presentado una reducción consistente año tras año en las últimas décadas, a diferencia del nivel de pobreza promedio nacional que ha disminuido.

Este mecanismo facilitaba que más empresas con experiencia y respaldo financiero puedan invertir en el Perú. Y por lo tanto, no era ni es una figura negativa o desfavorable para el Estado peruano y sus intereses. Menos aún para los intereses de los ciudadanos más pobres.