Protestas costaron S/2600 millones al PBI, según el MEF

El titular del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), Álex Contreras, informó que la convulsión social le costó S/2 600 millones al PBI entre enero y febrero. El primer mes del año tuvo un impacto más notorio, con S/ 1800 millones, mientras que febrero fue más paleado, con S/ 800 millones.

“Si uno lo ve en la dimensión de la economía es un costo pequeño, pero si consideramos el impacto que ha tenido en las regiones es un costo relevante y es por eso que estamos trabajando en la estrategia de la reactivación de la economía”, indicó Contreras.

Explicó que hay tres efectos de la conflictividad en la economía, uno de ellos es el efecto directo en el PBI el cual implica menor producción, menor consumo, menor inversión y menor empleo. En esa línea, también hay un efecto en los precios e indicó que “es más caro comprar en el sur”.

El tercer efecto es el impacto negativo en las expectativas y consideró que “el impacto de intento de golpe de Estado de Pedro Castillo, es de los pocos que generaron efectos expansivos en las expectativas”.

PBI en el 2022

Cabe recordar que, el año pasado, el producto bruto interno (PBI) nacional cerró el 2022 con un crecimiento dentro de lo que esperaba el mercado, a 2.68%, según informó el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI). Sin embargo, la cifra confirmó que se perdieron oportunidades para llegar a una tasa más alta.

Durante el 2022, la crisis social afectó profundamente al sector minero. Uno de los casos relevantes fue como Southern Perú Copper Corporation suspendió sus actividades productivas en la mina Cuajone por 54 días entre febrero y abril del 2022 por la toma de las instalaciones de reserva de agua y bloqueo de la vía férrea.

Otro de los sectores que también fue golpeado por la coyuntura e incertidumbre en el país, fue la industria nacional, especialmente la que fabrica productos con valor agregado. 

La manufactura no primaria creció 2.27% el año pasado, pero tuvo dos periodos totalmente opuestos. Un primer semestre con tasas de crecimiento que llegaron a 10.6% en marzo y un segundo semestre con caídas, e incluso una contracción de 8.11% en diciembre. Estos resultados fueron influenciados por la debilidad de la demanda interna.