Premier Aníbal Torres renuncia tras una gestión llena de confrontación, ataques e insultos
En sus casi siete meses en el cargo, fue la principal figura de choque contra el Congreso y la prensa. Además, en varias ocasiones arremetió contra personajes como Julio Velarde, el cardenal Pedro Barreto e incluso minimizó el rol de las Fuerzas Armadas. Tras su salida, se barajan reemplazos como Alejandro Salas, Betssy Chávez o Dimitri Senmache.
El presidente del Consejo de Ministros, Aníbal Torres, puso su cargo a disposición del presidente Pedro Castillo y colocó al gobierno en una nueva situación de inestabilidad e incertidumbre, debido a que su renuncia general la crisis total del gabinete y la salida de todos los ministros, en un contexto en el que en solo un año de gestión ya hemos tenido de 53 cambios ministeriales en 19 carteras.
Torres asumió como jefe de gabinete el 8 de febrero de 2022 tras ser ministro de Justicia, y su salida ocurre casi siete meses después, en el momento más complicado del presidente Castillo, que está acorradalado por denuncias de corrupción e investigaciones fiscales que ponen en duda la continuidad de su mandato una vez más.
Así, el mandatario se queda sin su principal escudero político, porque hay que recordar que en los cuestionados consejos de ministros descentralizados el premier fue el principal defensor de Castillo con ataques a la prensa, a la oposición, a las Fuerzas Armadas y hasta la Iglesia Católica.
Cabe recordar que Torres adelantó en mayo de este año que ya quería retirarse del cargo, pero que el presidente le pidió que siga al frente del gabinete. “Yo ya antes del cinco de abril le manifesté al presidente que ya quiero retirarme. Me dijo que lo vamos a conversar, incluso le dije en otra oportunidad”, comentó en Canal N.
Así, en este contexto, la principal carta de reemplazo para Torres es el ministro de Cultura, Alejandro Salas, quien tomó protagonismo no por temas referidos a su sector, sino por ser otro acérrimo defensor del presidente, al punto del convertirse en un vocero -oficiosoen este caso- del gobierno en los medios de comunicación, un rol que le correspondía a Torres.
En la bajara también está la exministra de Trabajo Betssy Chávez, el actual titular del Mincetur, Roberto Sánchez, el ministro de Justicia, Félix Chero, e, incluso, Dimitri Senmache, censurado titular del Mininter. Todos tienen algo en común: más que funcionarios con méritos y capacidad de gestión, son escuderos del presidente Castillo.
LAS FRASES
“La mayoría de la prensa, especialmente la capitalina, desinforma, descontextualiza la información, han adoptado el mecanismo que utilizó Mussolini en Italia, el fascismo; que utilizó Hitler en Alemania, el nazismo. Han adoptado la política de estos dos personajes, o sea de utilizar la mentira como el mejor instrumento para destruir al adversario”, dijo Torres en alusión a las publicaciones periodísticas que revelaron los casos Sarratea, MTC y otros.
En otro de sus arrebatos, el renunciante premier atacó al cardenal Pedro Barreto, a quien calificó de “miserable”, aunque luego intentó explicar que se trataba de “un dicho popular”. Lo mismo ocurrió con el presidente del Banco Central de Reserva, Julio Velarde, a quien llamó “gordito” para solicitarle su renuncia porque las políticas económicas que proponía no eran las adecuadas. “Solo porque ese ‘gordito’ dice cualquier disparate ya es verdad. Si a ese señor no le gusta lo que estoy diciendo, tiene las puertas abiertas para irse”, dijo.
También, en medio de la crisis económica y política que provocó el aumento de precios, el premier recomendó a los peruanos a comer pescado. “No veo tanta escasez en los mercados, ahí está el pollo. Lo que pasa es que ha subido el precio. Los precios por ley no los podemos bajar. Hay que consumir pescado que tenemos en bastante cantidad», aseguró.
Además, en medio del conflicto minero de Las Bambas, Aníbal Torres se negó a asistir a una de las reuniones en la zona de Apurímac debido a que los campesinos lo “iban a secuestrar” sin tener ninguna prueba de ello. Esto generó gran malestar entre los campesinos que mantuvieron su medida de fuerza hasta la llegada, tardía, de Torres.
También atacó a las Fuerzas Armadas, comparándolas con las rondas campesinas. “Las rondas surgieron en Chota y combatieron el delito real y, efectivamente, desaparecieron los delitos contra el patrimonio en general, la violencia contra la mujer, ya quisiéramos que nuestras fuerzas policiales y nuestras Fuerzas Armadas brindaran la misma seguridad a todo el país, las rondas campesinas están reconocidas por la Constitución, tienen autonomía tienen función jurisdiccional, pero sin violar los derechos fundamentales”, dijo Torres.
REACCIONES
Para la congresista Patricia Chirinos, la renuncia de Torres no es más que “una estrategia” para distraer a la ciudadanía de los avances fiscales en contra del presidente Castillo. “Es una estrategia de distracción. Tienen 30 días para ir al Congreso y pedir el voto de confianza. Quieren distraer y no ver el tema de corrupción de Castillo en Fiscalía”, dijo.
En tanto, el parlamentario Enrique Wong alegó que se trataría de un tema de salud. “Es paciente hipertenso, tiene la presión alta. Él decía ya estoy cansado, más porque era el escudero del presidente. El presidente debe acetar porque es una oportunidad para tener a uno concertador y con capacidad. Hay muchos peruanos que pueden participar, gente de primer nivel”, sostuvo.
El congresista no agrupado Carlos Anderson señaló que Torres “no pudo manejar bien su gabinete” en casi siete meses de gestión. “Fue un desastre. La verdad fue muy incendiario (con la oposición) y no pudo manejar bien su gabinete”, acotó.
Desde Avanza País, Norma Yarrow sostuvo que la renuncia de Torres responde a la crisis que pasa el gobierno. “Hombre que desestabilizó la democracia, enfrentó a peruanos y con cero gestión perjudicó al país. Para muchos el barco se está hundiendo”, tuiteó.
La congresista Gladys Echaíz, de Renovación Popular, exhortó al gobierno que “quien asuma ese cargo debería ser una persona con serenidad y ponderación para que le aconseje al presidente a decir la verdad ante la justicia, y se cumpla lo que señala la Constitución para una transición”.
Otra historia es para el parlamentario oficialista Alex Flores quien consideró a Torres como “una barrera infranqueable frente al acecho golpista de un CR controlado por los fujimoristas y sus operadores”. “El presidente debe nombrar un premier con un perfil del doble de la firmeza de Torres para arrostrar el golpismo en ciernes y retornar a la izquierda”, afirmó.