Ascensos en FFAA: ¿Por qué la fiscalía señala a Castillo como cabecilla de otra organización criminal?
La fiscal de la Nación, Patricia Benavides, reactiva la investigación al presidente por este caso, al señalar que junto al exministro Walter Ayala y al prófugo exsecretario de Palacio Bruno Pacheco «habrían operativizado y materializado el proyecto delictivo» de ascensos a oficiales cercanos al mandatario.
Pedro Castillo es el primer presidente del Perú en tener tres investigaciones fiscales abiertas durante su gestión pues, al caso Sarratea y al plagio de tesis, se suma la decisión de la fiscal de la Nación, Patricia Benavides, de reactivar la investigación al mandatario por los presuntos delitos de patrocinio ilegal y tráfico de influencias por la denunciada injerencia en los ascensos en las Fuerzas Armadas (FFAA).
Cabe recordar que en enero de este año, la entonces fiscal de la Nación, Zoraida Ávalos, decidió abrir investigación preliminar al presidente por el caso de las FFAA. Aunque, en el mismo acto, suspendió todas las diligencias hasta el fin de su mandato. Entre sus argumentos, sostuvo que históricamente, desde el regreso de la democracia en el 2000, todos los fiscales decidieron no investigar o procesar penalmente a ningún presidente.
Sin embargo, la actual fiscal Benavides revirtió esa decisión de Ávalos, cuestionada en su momento, porque cuenta con pruebas de convicción del caso. Según Perú21, la jefa del Ministerio Público utilizó la argumentación del juez supremo Juan Carlos Checkley en la resolución donde rechaza la tutela de derechos presentada por la defensa del presidente cuando intentó anular las investigaciones por el caso Puente Tarata – MTC. Allí, el juez concluyó que la Fiscalía sí puede investigar a un presidente en ejercicio de forma preliminar, “siempre que existan justificaciones razonables y suficientes que así lo requieran”.
Así, el detalle en la carpeta fiscal es que a Castillo se le señala como líder de la presunta organización criminal que intervino en los procesos de ascensos militares. Por ello, la fiscal citó al mandatario el 4 de agosto para que brinde sus declaraciones sobre el caso.
Según la Fiscalía, Pedro Castillo, el exministro de Defensa Walter Ayala y el hoy prófugo exsecretario presidencial Bruno Pacheco, habrían interferido de forma irregular en el ascenso de los oficiales Ciro Bocanegra Loayza y Carlos Sánchez Cahuancama en el Ejército; de Edgar Briceño Carnero, Carlos Castillo Ruis y Helber Vilca Vargas en la Fuerza Aérea; y de Manuel Rivera López y Nicasio Zapata Súclupe, en la Policía.
LAS MOVIDAS DE AYALA, PACHECO Y CASTILLO
El 4 de noviembre del 2021, el gobierno pasó al retiro, de manera intempestiva, al comandante general del Ejército, José Vizcarra Álvarez, después que diera a conocer una serie de irregularidades y manipulaciones desde Palacio para promover cambios en la entidad castrense.
Tras ello, Vizcarra Álvarez sostuvo tener conversaciones de WhatsApp con Castillo donde se probaría que los cambios dentro de las Fuerzas Armadas se habrían propiciado gracias a pedidos explícitos del jefe de Estado y de su hombre de confianza en ese entonces, Bruno Pacheco. Estas fueron entregadas a la Fiscalía y a la Comisión de Defensa del Congreso.
Según las declaraciones de Vizcarra, le llegaron los nombres y apellidos de alrededor de 9 o 10 hombres que buscaban ser ascendidos, quienes no llegaban al puntaje requerido para promoverlos a un cargo superior.
Estas conversaciones fueron confirmadas por el presidente. Según lo dicho por Eduardo Pachas, abogado de Castillo, él habría admitido, ante el fiscal adjunto presente, ser el autor de los mensajes enviados a Vizcarra meses atrás. Sin embargo, aseveró que se le informó a la fiscalía del verdadero contexto detrás del hecho.
Además, Vizcarra contó que se negó a acatar el pedido, pero que a pesar de ello, tanto Castillo como Pacheco intentaron comunicarse con él para convencerlo y comprender el motivo del porqué no podían hacerse efectivas las resoluciones junto a los ascensos que esperaban.
Entre los integrantes de la relación de “encargos” del presidente, existían dos nombres que capturaron su atención: Carlos Sánchez Cahuancama y Ciro Bocanegra Loayza. Ambos tenían puntajes poco alentadores y con antecedentes en contra del decoro y buena conducta que demanda la institución, por lo que no podían ser ascendidos.
El entonces secretario presidencial Bruno Pacheco, según dijo José Vizcarra, se mostró insistente ante el pedido y, admitió que, en uno de sus últimos contactos, enfrentó al ya retirado comandante con la frase “¿Y quién garantiza que usted va a seguir como comandante general del Ejército?”.
A esa grave situación se sumó la denuncia del exsubcomandante de la PNP Javier Bueno, quien públicamente afirmó que Pedro Castillo buscó intervenir en el proceso regular de ascensos de la institución.
Según detalló, Bruno Pacheco interfirió en el proceso al proponer el nombre de cinco coroneles y, además, aseguró haber escuchado comentarios que confirmarían que el exsecretario recibió pagos de entre 20 mil y 50 mil dólares de parte de los beneciados para que se concreten sus ascensos a generales.
Precisamente, en una intervención fiscal, en el despacho de Pacheco se encontraron 20 mil dólares, cuya procedencia que no ha pudo explicar. Hoy está prófugo.