¿La historia se repite?: Toma de Lima y nuevas protestas ponen en jaque a regiones que perdieron millones
La violencia ejercida por grupos radicales de izquierda contra el gobierno de Dina Boluarte solo ha dejado muertes, destrucción y millonarias pérdidas económicas a su paso. Los departamentos de la macrorregión sur fueron los más afectados, siendo los sectores de minería y transportes los que registraron un menor desempeño productivo durante el primer trimestre de 2023. Si bien la extracción de hidrocarburos fue favorable en distintas zonas del Perú al registrar un crecimiento del 2.5%, los trabajos de explotación de recursos en Apurímac disminuyeron en un 12.6% producto de las violentas marchas que bloquearon el acceso a la mina Las Bambas, la segunda productora de cobre en el mundo.
En el caso del sector transporte y almacenamiento, este reportó una ligera variación positiva de 0.2% gracias a la afluencia de pasajeros y carga terrestre, pese a la convulsión social. Aún así los departamentos de Puno y Apurímac registraron una caída de 9.9% y 9.6%, respectivamente. Lo mismo ocurrió con Huancavelica con una disminución productiva de 3.5%.
Asimismo, el sector turismo se vio duramente golpeado este 2023 con la cancelación de un alto número de reservas de vuelos y hoteles en Puno. De acuerdo al presidente de la Cámara Hotelera de la región, el departamento tuvo que despedir a 1,800 trabajadores del sector entre enero y febrero debido a los bajos índices de recaudación de sus negocios por la falta de turistas, quienes se niegan a viajar por miedo a sufrir ataques por parte de los manifestantes.
Una situación similar se repite en Cusco, región que recibe al mayor número de turistas al año gracias a sus innumerables atractivos. El sector turismo habría perdido alrededor de S/40 millones por las protestas durante diciembre de 2022. Según el presidente de la Cámara de Comercio del departamento, John Santos, las pérdidas diarias superaban los S/2 millones. En la misma línea, el transporte ferroviario y el movimiento aéreo en la zona no obtuvo un buen desempeño en el primer trimestre de 2023 luego de que el 80% de reservas fueron canceladas.
En este sentido, resulta inaudito que sindicalista de izquierda intenten organizar una nueva marcha violenta en la capital denominada «Toma de Lima», la cual sólo generaría millones de soles en pérdidas para sus regiones. Recordemos que son las actividades productivas las que mueven la economía departamental. Si estas son afectadas por actos vandálicos provocados por manifestantes violentos, será imposible que regiones como Cusco, Apurímac o Puno puedan recuperarse a nivel social y económico.