Descentralización de la educación superior pública: ¿Cómo fortalecer a las universidades en regiones?

La descentralización se asocia directamente con el trabajo que realizan los gobiernos regionales y locales de la mano con el gobierno central y entre las tantas aristas por analizar resulta esencial una radiografía de la educación superior en el país, pues devela el avance o retroceso que hay en el sector en las regiones.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística e Informática, en el Perú hay más de 1 millón 300 mil estudiantes universitarios, de los cuales apenas el 24% asisten a una universidad pública. De ellos, el 60% asiste a una de las 40 universidades nacionales fuera de Lima.

Sin embargo, el porcentaje de alumnos universitarios al interior del país ha disminuido notoriamente con los años, ya que la masa estudiantil de regiones priorizaría a la capital al momento de escoger una universidad, pues la oferta académica que se ofrece en Lima sería percibida como de mejor nivel que la que se encuentra en regiones.

Frente a esa situación y como parte del proceso de descentralización nacional, los diferentes niveles de gobierno deberían fortalecer las instituciones superiores fuera de Lima con diversos mecanismos. Uno de ellos es aprovechando y ejecutando la asignación de presupuesto producto de la producción regional.

El 2022, según informó la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE), las universidades públicas de regiones mineras del centro y sur del país recibieron S/498 millones por canon y regalías mineras; en detalle S/392 millones provinieron del canon y S/106 millones de regalías. La cifra representó un crecimiento de 63% en relación con el 2021.

Las universidades que se vieron beneficiadas fueron las siguientes:

• Universidad San Agustín de Arequipa, 68 millones de soles.
• Universidad del Santa y Santiago Antúnez de Mayolo, de la región Áncash, 67 millones.
• Universidad San Luis Gonzaga de Ica, 60 millones de soles
• Universidad Jorge Basadre Grohmann de Tacna, 55 millones
• Universidad Nacional de Moquegua, 37 millones
• Universidad San Antonio Abad, Intercultural de Quillabamba, y Diego Quispe Tito, de Cusco, cada un 11 millones de soles
• Universidad del Altiplano de Puno, con 10 millones.

El dinero que reciben las universidades tendría que ser destinado a mejorar o crear infraestructuras en las instituciones, promover mejores y mayores beneficios para alumnado y maestros, y potenciar las carreras que ofrecen para tener una mayor atracción de educadores con reconocida trayectoria profesional. Esto generaría que la descentralización educativa superior comience a tomar impulso.

Lamentablemente, a pesar de las altas cifras de financiamiento, no hay resultados visibles en obras para la masa estudiantil. La directora ejecutiva de la SNMPE, Ángela Grossheim, informó que en los últimos 10 años las universidades públicas que funcionan en las regiones mineras recibieron un total de 2,072 millones de soles, pero, de ese dinero, solo se ejecutó el 39%. Además, los recursos transferidos por canon y regalías mineras son acumulables y que en ningún caso son devueltos al Gobierno central o al fisco. ¿Dónde está invertido ese dinero?

El manejo incorrecto del presupuesto podría dar lugar a dos escenarios desfavorables. El primero sería el movimiento de la masa estudiantil de regiones hacia Lima, en busca de mejores oportunidades, lo que generaría una fuga de talentos en las regiones, lo que, a su vez, obstaculizaría la presencia de profesionales de calidad al interior del país. El segundo escenario sería la posible corrupción que tendría lugar al no tener la obligación de detallar en qué se invierte el dinero recibido.

La breve radiografía confirma que el fortalecimiento de las universidades regionales es clave para convertirlas en aliados del desarrollo de sus localidades, que sean capaces de proveer profesionales de calidad que participen en la toma de decisiones. Se hace clara la necesidad de salir del estancamiento y diseñar propuestas y planes de acción que permitan una descentralización real en la educación.