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¿Cómo el Perú llegó a un situación donde la crisis y violencia se desató en las regiones?

Redacción Vigilante Publicado 1:43 pm, 16 enero, 2023

La crisis política en el Perú no es reciente, sin embargo, la decisión anticonstitucional de Pedro Castillo de dar un golpe de Estado y atentar contra los otros poderes del Estado allanó el camino para que el país se suma en una ola de violencia, que es desatada por grupos minoritarios con intereses particulares como el cierre del Congreso, la renuncia de Dina Boluarte, la liberación de Castillo y la Asamblea Constituyente.

Castillo, incluso estando recluido en un penal, azuza a los violentistas.

La crisis política y social que afronta el Perú no es reciente. Sin embargo, se agravó debido a una serie de eventos que se desataron desde el 7 de diciembre; fecha en la que el expresidente Pedro Castillo decidió quebrar el orden constitucional, disolviendo el Congreso y atentando contra las otras entidades del Estado como el Tribunal Constitucional, Poder Judicial, Corte Suprema, Junta Nacional de Justicia, Fiscalía y otros.

En respuesta a este atentado a la democracia, el Congreso vacó al presidente Castillo. Por su parte, las Fuerzas Armadas se acoplaron a la Constitución y no apoyaron el golpe de Castillo. En consecuencia, tras la vacancia, asumió la presidencia la vicepresidenta de la fórmula que presentó Castillo, es decir, Dina Boluarte.

Cabe recordar que el día en que Castillo decidió dar el golpe, se conoció también de los testimonios de quienes formaron su círculo más cercano en Palacio de Gobierno. El testimonio de Saltiel Marrufo le cerró el camino a Castillo y catapultó la decisión del entonces presidente.

A pesar de que la sucesión de Boluarte en la Presidencia se concretó teniendo en cuenta todos los requerimientos constitucionales, una facción de la izquierda y dirigentes afines de Castillo iniciaron desde el 8 de diciembre una campaña para desconocerla en el cargo. Para ello, afirmaron que Boluarte es una “usurpadora” del cargo y niegan que Castillo dio un golpe de Estado.

Por ello, convocaron en diciembre una serie de protestas en las regiones donde Castillo y su gabinete lograron penetrar con su estrategia de división. Los dirigentes radicales y azuzadores promovieron la violencia en Andahuaylas con los ataques a entidades públicas, saqueos y toma de aeropuertos. La violencia desatada generó 18 muertos. ¿Cuál era su exigencia? El cierre del Congreso, la renuncia de Boluarte, la liberación de Castillo y las nuevas elecciones.

Tomando en cuenta este pedido, el 12 de diciembre, Boluarte anuncia que se presentará un proyecto de ley para el adelanto de elecciones generales. Así, el 20 de diciembre el Congreso votó a favor de que las elecciones se concreten en abril de 2024.

Tras una tensa tregua, el 4 de enero se retomaron las protestas en Puno, Cusco, Apurímac, Tacna, Moquegua y Ayacucho. Han transcurrido 41 días y han muerto más de 50 personas desde que las protestas iniciaron, en gran medida, por la falta de información de lo ocurrido. Esto fue aprovechado por grupos extremistas que vieron en el escenario político su mejor oportunidad para impulsar cambios radicales como la Asamblea Constituyente.

SUCESIÓN CONSTITUCIONAL

Es importante detallar que Perú Libre colocó como candidato presidencial a Castillo, ya que el secretario general del partido, Vladimir Cerrón, estaba impedido de hacerlo por su sentencia por corrupción. Al margen de ello, Cerrón intentó colocarse como segundo vicepresidente, sin embargo, este pedido fue rechazado por los entes electorales. Por ello, es Boluarte quien queda como única vicepresidente.

¿ESTRATEGIA DE DIVISIÓN?

Esta situación desató una ola de protestas que tiene como origen la estrategia de división y azuzamiento entre las regiones y Lima, aplicada desde que el gobierno de Castillo inició en julio de 2021. Esta fue aplicada principalmente por el expremier Aníbal Torres y seguida por Castillo en los consejos de ministros descentralizados, evento que fue cuestionado por la Contraloría, ya que en las reuniones de ministros se marca la agenda de trabajo de los sectores y no se lleva a cabo una agenda política, como lo hizo Castillo.

En gran medida, esta estrategia que habría sido impulsada para que las investigaciones sobre corrupción que pesan sobre Castillo no sean relevantes entre la ciudadanía. Sin embargo, las organizaciones criminales enquistadas en el gobierno, los presuntos actos de corrupción realizadas por la familia de Castillo y su círculo más cercano, el petardeo a la meritocracia en la función pública, las promesas vacías sobre la compra de urea y la Segunda Reforma Agraria generó que los peruanos rechacen la gestión de Castillo.

CASTILLO INVESTIGADO

En medio de serios cuestionamientos contra Castillo, la fiscal de la Nación, Patricia Benavides, dio el primer paso para combatir la corrupción en el gobierno. En agosto de 2022 decidió iniciar investigaciones contra Castillo por el presunto delito contra la tranquilidad pública, en la modalidad de organización criminal.

El efecto dominó sobre Castillo fue inevitable debido a la corrupción enquistada en su gobierno. Actualmente, el jefe de Estado es investigado por el Caso Puente Tarata II, Caso Asesores en la Sombra, Caso PetroPerú, Caso Ascensos en las FF. AA y PNP, por encubrimiento personal tras el retiro de Mariano González del Mininter y por organización criminal al vincular a su familia y entorno más cercano en actos de corrupción cometidos en los Ministerios de Vivienda y Transporte. A ello se suma la investigación por el delito de rebelión y conspiración.

LA CRISIS NO ES RECIENTE

Un breve repaso a la historia reciente del Perú nos da cuenta que desde el gobierno de Pedro Pablo Kuckzinsky hubo un aumento en la crisis debido al indulto otorgado al expresidente Alberto Fujimori. Su renuncia al cargo motivó que Martín Vizcarra asumiera la Presidencia, debido a que era el vicepresidente de la fórmula con la que PPK postuló a las elecciones.

Durante el gobierno de Vizcarra, la fricción política no paró y allanó el camino para una serie de decisiones que permitieron al entonces presidente cerrar el Congreso. El argumento fue una interpretación fáctica de la cuestión de confianza. Tras las elecciones parlamentarias, el nuevo Congreso vacó a Vizcarra. Tras ello, el presidente del Congreso, Manuel Merino, asumió la Presidencia.

Esta situación generó una serie de protestas en Lima que terminaron con la muerte de dos jóvenes y la renuncia de Merino. En consecuencia, asumió el nuevo titular del Parlamento, Francisco Sagasti, quien convocó a las elecciones generales, donde salió electo el candidato de Perú Libre, Pedro Castillo.

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