Gobernadores y alcaldes respaldan protestas a pesar de la ola de violencia desatada en sus regiones
Lejos de tender puentes entre los manifestantes y las autoridades centrales, gobernadores de Cusco y Puno prefieren exigir la renuncia de Dina Boluarte, promover la convocatoria a nuevas elecciones y responsabilizar al gobierno central de la ola de violencia. Por otro lado, no toman medidas para evitar que miles de ciudadanos continúen con sus actividades económicas y comerciales de manera regular.
Hasta la fecha, información de la Sociedad Nacional de Industrias (SIN) señala que el Perú habría perdido alrededor de S/.3,200 millones durante los últimos 35 días. A ello se suma las millonarias pérdidas a consecuencia de los ataques a las empresas privada como centros comerciales, tiendas, restaurantes, hoteles y demás.
A pesar de estas millonarias pérdidas, algunos gobernadores regionales han decidido respaldar a los protestantes a pesar de la magnitud de la violencia y de que existe otro gran sector de la población que exigen la paz para continuar con sus labores.
Entre ellos están el gobernador de Puno, Richard Hancco (Puno Frente Amplio Para El Desarrollo Del Pueblo), quien responsabilizó al gobierno de Dina Boluarte de la situación pues, según dijo, ha dado diversas declaraciones que han desatado la indignación de los ciudadanos de su región.
“La población va a calmarse cuando Dina Boluarte renuncie”, dijo sin explicar a los pobladores que el encargo de la presidencia se dio debido a una sucesión constitucional luego del golpe de Estado que perpetró Pedro Castillo.
“No busques paz cuando tu misma provocas a las personas, no soy violentista soy objetivo, porque pienso que el líder busca la reconciliación y no la confrontación entre limeños y provincianos; yo no voy a pagar los platos rotos de Dina Boluarte, no puedo ser una especie de salvavidas de este gobierno”, dijo, confirmando su nulo interés por dialogar con el gobierno para resolver la situación. Por otro lado, Hancco no se pronunció sobre los dirigentes azuzadores de la violencia que fueron identificados por la Policía.
En la región Cusco ocurre un escenario similar pues el gobernador Werner Salcedo exigió la renuncia de Boluarte, el cambio de mesa directiva del Congreso y la convocatoria elecciones inmediatas. Además, el funcionario calificó como una “represión indiscriminada” lo sucedido en Puno sin tomar en cuenta el nivel de violencia que se desató en contra de las fuerzas del orden y los ciudadanos.
Cabe señalar que en el contexto de las protestas violentas del miércoles 11, el fiscal de prevención del delito de Cusco, Eduardo Poblete, denunció que el Estadio Garcilaso fue utilizado para albergar a protestantes: «Es peculado de uso. Instalaciones del Estado no puede usado para albergar a manifestantes, para que luego se organicen», señaló en referencia a la autoridad regional.
Desde Cajamarca, el entrante gobernador Roger Guevara dijo apoyar la posición popular de la región en contra de la nueva mandataria. Por su parte, el gobernador regional de Apurímac, Percy Godoy, responsabilizó de las muertes en su región al gobierno de turno. Además, rechazó su participación en la reunión de gobernadores, que tuvo como fin tender puentes para solucionar la crisis.
Cabe recordar que Perú Libre logró colocar a sus alcaldes en la provincia de Cotabambas y los distritos de Chalhuahuacho, Mara, Cotabambas y Coyllurqui, lugares que han enviado cientos de protestantes a Lima para continuar con las protestas.
ALCALDES AGRAVAN CRISIS
El alcalde del distrito de Santiago, en Cusco, Sergio Sullca, brindó unas declaración donde condicionó la paz social con la renuncia de Dina Boluarte. “Si usted quiere la paz que invoca, señora Dina Boluarte, renuncie para adelantar las elecciones sin componendas que actualmente se están dando en el Congreso, y dar paso a un gobierno de transición (…) Renuncie señora Boluarte, para que inicie un verdadero camino de paz y reconstrucción de nuestro país”, dijo Sullca.
“Yo le respondo, no hay paz en este país, sino hay represión, una represión generada por el mismo gobierno y por el Estado. La paz no se puede construir sobre la base de 27 o 30 muertos a manos de la misma persona que pretende gobernarnos, y la represión no es una característica propia de una democracia, sino de una dictadura”, agregó.
Por su parte, el alcalde de la provincial de Cusco, Luis Pantoja Calvo, afirmó que su postura, al margen de los pedidos de los violentistas, es el adelanto de elecciones para 2023 y dijo que saldrá en defensa de la población.