Efecto de la crisis en Petroperú: la escasez de combustibles en grifos duraría hasta 45 días
Salvataje financiero de S/4.000 millones que aprobó el gobierno para que la petrolera estatal pueda comprar hidrocarburos aliviará el desabastecimiento, pero no en lo inmediato, porque importar el producto tomará entre seis y siete semanas, según expertos.
El desabastecimiento de combustibles en Perú se agravó en los últimos días, al extremo de que “no hay gasolina ni diésel” en muchos grifos de Lima, el centro y el norte del país, alertó la Asociación de Grifos y Estaciones de Servicio (AGESP).
Diversos testimonios en medios sociales de conductores perjudicados lo confirman. Solo en el sur del país no se registran tantos problemas, ya que esta zona se abastece de la planta de Monte Azul, contratada por Exxon Mobil, precisó AGESP.
La causa de este grave problema en el país es producto de la falta de liquidez de Petroperú para comprar combustibles en el mercado internacional, debido a la pésima gestión del directorio que encabezó Hugo Chávez Arévalo, marcada por la corrupción y falta de transparencia, lo que provocó que la petrolera estatal pierda el grado de inversion y, por ende, el acceso a financiamiento y créditos privados.
Por ello el gobierno de Pedro Castillo, principal responsable de la crisis en Petroperú, acaba de aprobar, vía un decreto de urgencia, un rescate financiero para la empresa estatal que implica una inyección de capital de S/4.000 millones y líneas de crédito de US$500 millones a través del Banco de la Nación, que se suman los US$750 millones que el MEF le prestó en mayo pasado.
La deuda de Petroperú -que pagaremos todos los peruanos- se disparó en 37% desde el inicio de la gestión Castillo, acusado además de recibir un pago ilegal por la designación de Hugo Chávez Arévalo al frente de la petrolera estatal.
¿En cuánto tiempo se normalizaría la situación?
El asunto es que el mencionado decreto del gobierno no soluciona de inmediato los problemas de suministro de combustibles en el país, explican expertos; podría tomar entre 30 y 45 días que se normalice el abastecimiento de hidrocarburos en grifos y estaciones de servicio.
César Gutiérrez, expresidente de Petroperu, precisa que tras la publicación de la norma, la petrolera estatal tendrá que convocar una licitación internacional cuya buena pro podría durar tres semanas en entregarse.
Luego de la firma del contrato, el proveedor puede demorar entre 3 o 4 semanas en entregar el combustible, agrega el experto. “Es es el tiempo que puede durar el problema (de abastecimiento de combustibles)”, apunta Gutiérrez.
¿Por qué demora tanto?
Petroperú compra todo el combustible que luego vende en el país en refinerías de Louisiana y Texas, en EEUU. Desde ahí, toma cerca de un mes en llegar por vía marítima.
La petrolera estatal es ahora un importador neto, desde que se detuvo las operaciones en la refinería de Talara, donde procesaba y convertía en diésel y gasolinas el crudo producido en el país y el importado de Ecuador.
Antes de que se paralice por completo la refinería de Talara, como parte de su llamada “modernización” (que ya le está costando a los contribuyentes casi US$ 7,000 millones), Petroperu atendía el 50% del mercado local, ahora solo entre 35% y 40%.
Hoy, Petroperú compite con Repsol, que tiene un 40% del mercado, y con dos importadores estadounidenses: Valero y Exxon Mobil, que se reparten el restante 25%.
De acuerdo con fuentes del sector, Petroperú tendría pocas existencias de combustibles, que se terminarían en los próximos tres o cinco dias, por lo que el desabastecimiento continuaría.
¿Qué hacer para que no se repita esta situación?
Lo primero, que entre operaciones lo antes posible la nueva refinería de Talara, lo que le permitiría procesar combustibles en el país y evitar así tener que importarlos desde EEUU.
Se preveía que eso ocurra en este octubre que se acaba, luego se dijo que en diciembre próximo, pero ahora no se sabe con certeza la fecha, aunque analistas del sector estiman que será en el primer trimestre del 2023.
Sea como fuere, las obras de este proyecto empezaron en 2014, y tras ocho años, hay 18 de 21 unidades auxiliares sin culminar, y el costo de la modernización de Talara se multiplicó cinco veces: pasó de US$1,335 a casi US$7,000 millones.
Pero en lo inmediato, por ejemplo, Petroperú podría ceder espacios de almacenamiento a Exxon y Valero en el Callao, para que incrementen sus importaciones de combustibles, apunta César Gutiérrez, aunque el experto cree que es poco probable que ocurra, porque implicaría que la petrolera estatal siga perdiendo participación en el mercado.
Desde la Asociación de Grifos y Estaciones de Servicio advierten que están pagando «precios exorbitantes» a los proveedores de combustibles y si anunciaron que si los problemas de suministro se prolongan, tendrán que ir hasta Arequipa para comprar diésel y gasolinas, y el costo extra que ello implica lo trasladarían a los consumidores finales.