Poliomielitis, el enemigo invisible que podría inmovilizar al futuro del país
Menos del 60% de niños cuenta con las tres primeras dosis de la vacuna contra la poliomielitis, mientras que solo el 38.8% de infantes menores de 4 años recibieron las dosis de refuerzo.
Tras la revelación periodìstica del escándalo en el que está involucrado el exministro de Salud Jorge López, por la compra de un inmueble en medio de misteriosos depósitos a la cuenta de la madre de sus hijos por parte de funcionarios y trabajadores de la cartera que dirigía hasta el último domingo 23 de octubre, las investigaciones del caso deben determinar las responsabilidades respectivas.
Pero ese no debería ser el único tema preocupante del sector Salud, sino también conocer qué se hizo con el presupuesto de esta cartera y cómo continúan procesos de inmunización claves en el país mientras López Peña parecía estar más interesado en en sus intereses particulares que en gestionar sus intereses particulares.
Un claro ejemplo de ello es conocer cómo viene avanzando el proceso de vacunación contra un virus discapacitante y letal como la poliomielitis. En primer lugar, es necesario comprender cómo se aplica adecuadamente esta vacuna, pues primero los infantes deben recibir dos dosis inyectables a los 2 y 4 meses y tres orales suministradas a los 6, 18 y 48 meses.
Si bien las tres primeras dosis del fármaco son las más importantes para que un menor se encuentre completamente inmune frente al virus, las dosis de refuerzo también son necesarias para prevenir algún tipo de infección en el futuro.
Actualmente, según el Tablero de Información de Inmunizaciones del Minsa, solo el 59.8% de niños entre 2 y 6 meses cuentan con las tres primeras vacunas contra la polio, mientras que solo el 38.8% de infantes menores de 4 años tienen el esquema de inmunización completo.
Las regiones con los niveles más bajos de vacunación son Tumbes (49%), Arequipa (52%), Lambayeque (53.3%), Loreto (53.4%), Puno (53.5%), Lima (52.7%), Huancavelica (53.8%), Moquegua (54.9%), Tacna (55.6%), Amazonas (58.9%) y Cusco (59.4%).
31 años sin polio en el Perú
Desde 1991, el Perú no ha detectado un nuevo caso de poliomielitis, sin embargo, no fue hasta 1994 que el país recibió una certificación como la primera nación de América Latina que logró erradicar el virus por completo.
Si bien estas son buenas noticias para la ciudadanía, los niveles actuales de vacunación encienden las alarmas de todos peruanos debido a que poco más de 40% de niños a nivel nacional se encuentra expuesto a contraer el virus.
Antes de la pandemia, los índices de inmunización se mantenían óptimos, pues durante 2018 y 2019, se logró inmunizar al 95.6% y 87.3% de niños con las tres primeras dosis del fármaco, respectivamente. Sin embargo, tras la llegada del covid-19, los niveles de vacunación fueron descendiendo de manera rápida y progresiva.
¿Qué podría pasar si estas cifras no se revierten?
Desde hace tres décadas, Las Américas, continente conformado por 35 países, ha logrado mantener muy bajos niveles de contagio por poliomielitis, sin embargo, en 2018 se reportaron 138 niños infectados. Para 2020, esta cifra se incrementó hasta en un 800%, pues se reportaron 1,226 personas con el virus.
Para la Organización Mundial de la Salud (OMS), si los países del continente no logran mantener un nivel de inmunización del 90% y una vigilancia epidemiológica activa, al menos 200 mil infantes podrían contagiarse de poliomielitis anualmente. Cifras espeluznantes que nos revelan un trágico futuro si nuestro sistema de salud no comienza a actuar desde ahora.
¿A qué se debe este descenso de los niveles de vacunación contra la poliomielitis?
La primera interrogante que nos hacemos los peruanos frente a este tema es ¿cómo es posible que un país tan elogiado como el nuestro por su increíble lucha contra la poliomielitis haya permitido que los niveles de vacunación caigan repentinamente durante el último año?
Si bien no es una respuesta sencilla de dar, es necesario comprender que la emergencia sanitaria por covid-19 evitó que las autoridades de salud continúen prestándole la misma atención a otras afecciones médicas y procesos de vacunación diferentes al del Sars-Cov-2.
A esto le sumamos las designaciones cuestionadas en el Ministerio de Salud del presidente Pedro Castillo, quien propuso a dos exfuncionarios que terminaron abandonando el cargo por múltiples escándalos: el censurado Hernán Condori y el despedido Jorge López.
Entonces, ¿es imposible no unir las señales y reconocer que el contexto en el que nos encontramos, provocado por la pandemia del coronavirus, sumado a los malos líderes del Ministerio han ocasionado la caída del proceso de inmunización contra la polio?
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