Aníbal Quiroga: “Se debe evitar que la bicameralidad se contamine de la coyuntura política”
El abogado constitucionalista respaldó esta reforma que debate el Congreso, y consideró que «es un tema pendiente en el derecho constitucional peruano y una deuda histórica del fujimorismo con el Congreso». Además, dijo que la iniciativa que se hace llamar ‘La Propuesta’, que promueve el «nos vamos todos», no tiene ninguna viabilidad real de concretarse.
El Pleno del Congreso inició este martes 12 de julio el debate que busca aprobar el retorno a la bicameralidad. Según el proyecto, la Cámara de Diputados tendrá 130 miembros y la Cámara de Senadores contará con 60 integrantes. Todos deberán ser elegidos por un periodo de cinco años mediante un proceso electoral regular y con posibilidad de ser reelegidos solo por un periodo adicional.
El debate se da en medio de un escenario político convulsionado, debido a una serie de investigaciones en contra del círculo más cercano del presidente Pedro Castillo, quien además es sindicado como presunto cabecilla de una organización criminal que se enquisteó en el aparto estatal. A ellos se suma la fuga de Bruno Pacheco, Fray Vásquez y Juan Silva; y, por otro lado, un nuevo caso de presunta corrupción ligada a la cuñada del mandatario, Yenifer Paredes.
Vigilante.pe conversó con el abogado constitucionalista Aníbal Quiroga, para analizar el momento bicameral y las propuestas que se presentaron como una vía para salir de la crisis política.
- Se inició el debate sobre la bicameralidad. Para el Congreso es primordial avanzar con esta reforma…
Es un tema pendiente en el derecho constitucional peruano y una deuda histórica del fujimorismo con el Congreso, porque fue la Constitución del 93 que eliminó la bicameralidad. Es un tema esencial, sin embargo, colisiona con la ideología de unas personas por el tema de la Constituyente y con la no aceptación de la mayoría de la población, porque creen que si con una cámara ya es complicado, con dos sería peor. Ahora el Congreso no tiene buena imagen ante la opinión pública, que no ve favorable la bicameralidad, pero sí creo que es un tema muy importante para el futuro político del país. Sin embargo, considero también, con la misma fuerza que debería debatirse en el periodo ordinario y no ampliar la legislatura para eso porque, además, requiere la aceptación de una mayoría importante del Congreso, 87 votos.
- ¿Habría que darle más tiempo?
Sí, y para promover la aceptación de la gente. Sería políticamente impropio e inconveniente que se aprueba o intente aprobar en la ampliacion de la legislatura.
- ¿Tendría que ir de la mano con otras medidas para propiciar que la ciudadanía mire con buenos ojos la bicameralidad?
No necesariamente, porque si se ponen otras cosas se puede lastrar el proceso, como con el tema de la reelección, el antejuicio u otras medidas al margen de la bicameralidad. Hacen más pesado el proceso, es como ponerle más plomo a la bolsa. De alguna manera la condenan a su desaprobación.
- Ir por partes entonces…
Por eso los viejos decían, despacio porque tengo prisa.
- En el contexto actual afrontamos una crisis política enmarcada en casos de corrupción vinculados gobierno y la fuga de los principales implicados, todos del círculo del presidente Castillo…
Es una concatenación de hechos políticos complicados que van desde la presidencia a la vicepresidencia y, en paralelo, a ello corre el proceso de la bicameralidad. Por eso considero que la bicameralidad no se debe contaminar por la coyuntura política.
- Entonces, ¿Qué hacer?
Resolver las cosas apegados a la Constitución. Mientras lo hagamos vamos a tener institucionalidad. Si tratamos de salirnos de ella o bajar los votos o forzar denuncias, va a ser menos legítimo y, por tanto, complicado.
Hay propuestas ciudadanas como La Propuesta, que promueve el que “se vayan todos”, es decir, adelantar las elecciones generales. ¿Qué opina al respecto?
Eso no tiene ninguna viabilidad, porque eso pasa por una reforma de la Constitución. Para ir a un adelanto de elecciones se requiere cambiarla y obtener 87 votos en dos legislaturas consecutivas.
- ¿Es inviable?
Es una fuga hacia adelante. No va a tener ninguna viabilidad, porque además uno se pregunta qué incentivo tendrían los congresistas para recortar su mandato. No ganan nada, pierden tres años.
- En el Ejecutivo también…
El Ejecutivo se vería forzado, pero no el Congreso.
- ¿Cómo avanzar entonces?
Mediante los procesos conforme a la Constitución, como la vacancia, destitución, etc. Hay que ir paso a paso para solucionar la crisis.
- Por otro lado, hay una denuncia constitucional contra Dina Boluarte, quien acudió a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para que vea su caso…
Es un caso claro de infracción al artículo 127 de la Constitución. Ella ha querido minimizar, pero ha presentado una queja prematura a la Comisión Interamericana. Tendremos que ver qué dice, pero hay que recordar que la CIDH no tiene mandato vinculante, es decir, su decisión no es obligatoria para el Perú.
- ¿Por qué prematura?
Porque la CIDH no está hecha para ser suscriptores, todas las reglas de la corte dice que tienen que agotar las vías internas y ella (Boluarte) no lo ha hecho. Es como querer pasar al suplementario sin jugar el segundo tiempo.