¿Por qué las tesis de la Universidad César Vallejo están bajo sospecha?
La casa de estudios del líder de APP, César Acuña, envuelta en un escándalo por tratar de justificar el plagio detectado en la tesis del presidente Pedro Castillo, registra más de 84.000 de estos trabajos académicos, cinco veces más que los que tiene San Marcos, la universidad más antigua de América. ¿Cómo lo hace?
En medio del escándalo por tratar de justificar el plagio detectado en la tesis del presidente Pedro Castillo y su esposa, los reflectores están ahora sobre la Universidad César Vallejo (UCV), porque esta casa de estudios, de propiedad del dueño de Alianza para el Progreso (APP), César Acuña, tiene más de 84.000 tesis publicadas desde su fundación en 1991, según el Registro Nacional de Trabajos de Investigación (Renati).
¿Y por qué esto genera dudas? Es que la cifra de tesis que registra la UCV es casi cinco veces más que las que tiene la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM), la más antigua de América (1551), y hasta nueve veces más que las de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), fundada en 1876.
A esto se suma que de los 10 asesores con mayor cantidad de tesis revisadas en el Perú, seis pertenecen a la UCV, con un total de 2.399 asesorías, entre pregrado y posgrado. Esto es también un problema porque guiar a un tesista en su investigación requiere de tiempo y dedicación, dominio del tema, entre otros aspectos.
“Siento que engaño a los alumnos”
Estas condiciones no se estarían cumpliendo en la universidad de César Acuña, según se desprende del testimonio de un profesor de la escuela de posgrado de la UCV, que contó en Punto Final que lo obligan a dictar cursos que no son de su especialidad y que le dan un plazo muy corto para revisar entre 20 y 30 tesis de alumnos que buscan obtener el grado de magíster.
“Sin ser especialista cómo puedo dictar un curso que no es mi especialidad. Creo y considero que es por eso que estoy acá presente, que estoy como engañando a los alumnos, ¿no? Y eso no es obviamente la calidad que debería darse en una universidad, principalmente en la escuela de posgrado de una universidad en general”, dijo al citado programa el catedrático, que prefirió mantener en reserva su identidad.
«Si no le brindas al alumno el servicio por el que ha pagado, creo que eso es una estafa«, agregó el docente que dijo tener el grado de doctor, con más de 20 años de enseñanza en universidad y más de cuatro años en la Escuela de Postgrado de la UCV.
Según contó el catedrático, el año pasado ya había denunciado el problema ante Indecopi, al precisar que como profesor a tiempo completo se le asignaban cursos que no son de su especialidad, conocimiento y experiencia profesional. Y que esas materias fueron dictadas por presión de la universidad. “No solo es mi caso, sino de muchos docentes a tiempo completo”, apuntó.
¿Y la Sunedu?
Hasta el 2021, una de condiciones básicas de calidad que exigía la Sunedu para licenciaciar universidades era verificar la implementación de políticas de protección intelectual, con mecanismos de control y sanciones, lo que a la luz de los hechos no parece haberse aplicado en el caso de la UCV al menos. Sin embargo, es competencia de cada universidad establecer las exigencias mínimas para asesorías y elaboración de tesis.