Conflictos en Las Bambas y Cuajone ponen en riesgo el 20% de la producción de cobre en Perú
Las dos principales minas cupríferas del país tuvieron que paralizar sus actividades por protestas que el Gobierno no ha sabido atender ni resolver. Hay 90 mil empleos en riesgo, entre directos e indirectos, además de millonarias pérdidas económicas para Apurímac y Moquegua.
La incapacidad del Gobierno para atender y prevenir conflictos sociales en estos nueve meses de gestión pone en riesgo al menos el 20% de la producción de cobre en Perú, en momentos en que este metal rompe precios récord en el mundo, debido a que las dos principales minas cupríferas del país, Las Bambas y Cuajone, tuvieron que paralizar sus actividades.
Las Bambas, en Apurímac, ha sufrido tres paralizaciones en cuatro meses por constantes protestas sociales. La mina, que opera la empresa china MMG, confirmó que desde este miércoles 20 de abril vuelve a cesar sus actividades luego de que más de un centenar de habitantes de la comunidad de Fuerabamba invadieron un área de su campamento, para reclamar por un supuesto incumplimiento de compromisos de inversión social.
“La empresa (MMG) rechaza los argumentos de Fuerabamba, y se encuentra sumamente frustrada con las acciones de fuerza ejecutadas por la referida comunidad, la misma que no ha respondido a las solicitudes realizadas por organismos del gobierno y de Minera Las Bambas para revisar de manera transparente el estado de cumplimiento de los compromisos sociales. Minera Las Bambas ha presentado evidencias de los compromisos cumplidos al gobierno peruano, para su revisión”, se lee en un comunicado de MMG.
Hasta el momento, se tiene el registro de 264 compromisos de inversión social de Las Bambas con Fuerabamba, de los cuales 143 ha sido cumplidos y acreditados, 66 se encuentran en ejecución al ser recurrentes todos los años y 55 están programados para ser ejecutados en los próximos años.
La compañía recordó que como parte de esos compromisos, la comunidad de Fuerabamba fue reasentada en una urbanización denominada Nueva Fuerabamba, la cual cuenta con moderna infraestructura, centro de salud, instituciones educativas, entre otros.
Las Bambas aporta el 13% de la producción nacional de este metal –que se cotiza en más de US$10 mil la tonelada en el mercado internacional– y el 2% del suministro mundial. En tanto, Apurímac pierde S/2 millones por día que la mina no funciona. Esta región recibió S/.1,300 millones por regalías entre 2016 y 2021. Más del 92% de las transferencias por conceptos mineros a la región vienen de esta mina y es la principal fuente de recursos de inversión que se perdería con la paralización.
La mina Cuajone, en Moquegua, está paralizada desde hace 51 días, porque comunidades aledañas le cortaron el suministro de agua a todo el campamento minero, lo que además pone en riesgo la salud de unas 5,000 personas que viven en esas instalaciones. Cuajone aporta 7% de la producción nacional de cobre, y son US$ 4.8 millones diarios en exportaciones perdidas, mientras queMoquegua deja de percibir S/ 2.3 millones de canon y regalías por día.
Hay además unos 90 mil empleos afectados, entre directos e indirectos, por los conflictos en Las Bambas y Cuajone, según la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE).
“Por cada puesto de trabajo fijo en el sector minero, se generan ocho puestos de manera indirecta porque las operaciones mineras necesitan personas que atiendan los servicios de sostenimiento de los campamentos (…). Son 80,000 puestos de trabajo indirectos en peligro más los 10,000 (directos)”, explicó el presidente de la SNMPE, Raúl Jacob.
La minería en Perú representa el 9% del PBI nacional y el 12% de la inversión privada, y según cifras oficiales, las empresas del sector pagaron al Estado S/21,000 millones en impuestos en 2021, tres veces más que en 2020.
El problema es que Perú viene perdiendo atractivo para la inversión minera mundial, debido a que la alta conflictividad social y la inestabilidad política actual han provocado que el sector pierda competitividad. «Para que la inversión minera salga adelante, es necesario que el Gobierno recupere el respeto al estado de derecho», apuntó Jacob.
Encima, este lunes se supo que el Frente de Defensa de los Intereses de Espinar (FUDIE) alista una huelga en contra de la minera suiza Glencore y su proyecto minero Coroccohuayco, en Cusco. Bajo este panorama, el futuro del sector es incierto. “El 70% de los proyectos mineros que hay en cartera (US$53 mil millones) son cupríferos, pero no vemos en los próximos dos a tres años ninguno de estos proyectos iniciando su construcción”, dijo Juan Luis Krueger, CEO de Minsur.