Nuevo jefe de Inteligencia del Mininter renuncia por injerencia política
El general Roger Arista solo duró tres días en el cargo y su antecesor, Luis Flores, fue destituido tras rechazar presiones para favorecer a Bruno Pacheco. Así y todo, el presidente Castillo dice que impulsará la “inteligencia policial” para “desarticular organizaciones criminales”.
“La Policía continuará con las acciones de inteligencia estratégica y táctica, para desarticular las organizaciones criminales a nivel nacional”, aseguró este martes 15 el presidente Pedro Castillo durante un mensaje que dio frente al Congreso a pesar de las preocupantes movidas en la Policía Nacional, como la renuncia de general en retiro Roger Arista Perea, quien solo duró tres días como jefe de la Dirección de Inteligencia de Ministerio del Interior (Digimin).
¿El motivo? Según Perú21, se habría solicitado paralizar el apoyo técnico especial a la investigación que realiza la Digimin -la unidad de Inteligencia más política del país- en un caso que involucra al exsecretario presidencial Bruno Pacheco y también al mandatario.
A ello se suma una serie de cuestionamientos por las reuniones clandestinas en la casa del pasaje Sarratea, en Breña, las presiones para designar de manera irregular a altos mandos militares y policiales, y el testimonio de la lobista Karelim López quien señaló a Castillo como líder de una presunta organización criminal en el Ministerio de Transporte y Comunicaciones. También se suman las otras investigaciones a ‘Los Dinámicos del Centro’ y ‘Los Tiranos del Centro’, mafias que operaban en Junín ligadas al partido de gobierno, Perú Libre.
Arista Perea no habría sido el único a quien intentaron presionar. El exjefe de la Digimin, Luis Flores Solís, fue destituido el 13 de marzo último por decisión del titular del Ministerio del Interior (Mininter), Alfonso Chavarry, porque se habría negado a parar la investigación en contra de Pacheco.
Una de las crisis políticas ligadas a la seguridad ciudadana fue creada por el propio Castillo, cuando respaldó al comandante general de la PNP, Javier Gallardo, quien realizó cambios en direcciones especializadas de la institución y debilitó el trabajo de la Diviac.
Esto último fue evidenciado por el exministro del Interior Avelino Guillen. “Hay una situación muy delicada. Hay que tener en cuenta lo que ocurre con la Diviac. Se ha dispuesto a nivel de oficiales subalternos, donde yo no tengo intervención, el traslado de oficiales que intervienen en investigaciones en la Fiscalía Suprema en lo Penal. La fiscal suprema está molesta porque sus investigaciones han quedado sin colaboración de parte de la Diviac, que no ha nombrado reemplazante, ha sido trasladada a otra unidad”, declaró en enero.
Castillo trató de zanja el tema aceptando la renuncia de Guillén y de Gallardo.