Fecha: 12 agosto, 2025 Tipo de cambio : s/ 3.522

Nombramiento de Papa León XIV inspira ruta turística, pero calles y seguridad están en crisis

El ascenso del cardenal nacionalizado peruano Robert Prevost al papado dio origen a la llamada “Ruta del Papa” en el Perú. Mientras las autoridades celebran el lanzamiento del circuito turístico religioso, las regiones enfrentan pistas colapsadas, calles sucias y hasta un robo en una iglesia. Un anuncio sin plan no basta.
Redacción Vigilante Publicado 9:46 am, 11 agosto, 2025

El nombramiento de Robert Prevost, cardenal nacionalizado peruano y exobispo de Chiclayo, como Papa León XIV, impulsó la creación de la llamada “Ruta del Papa”, un circuito turístico-religioso que busca conectar cuatro regiones: Lambayeque, La Libertad, Piura y Callao. Sin embargo, a pocas semanas del anuncio oficial, las ciudades incluidas exhiben calles deterioradas, basura acumulada y problemas de inseguridad que ponen en duda la viabilidad del proyecto.

Para este circuito se anunciaron cifras generosas. El plan contempla S/ 40 millones del Mincetur y más de S/ 500 millones prometidos por gobiernos regionales y locales para mejorar infraestructura, limpieza, seguridad y espacios públicos. También cuenta con una ley especial y compromisos interministeriales. En el papel, la ruta es ambiciosa; en el terreno, las mejoras brillan por su ausencia.

Baches, basura y un robo en el santuario de Chiclayo

La llamada “capital de la amistad” no muestra señales de estar lista para recibir turistas. En avenidas clave como José Leonardo Ortiz, en pleno centro, la capa asfáltica está destruida. Hay baches, desniveles, caos vehicular. En barrios como Santa Elena, los vecinos denuncian que los desagües colapsan cuando llueve, que la basura se acumula por días y que son ellos mismos quienes limpian ante la ausencia de las autoridades.

La inseguridad también golpea: a fines de julio, delincuentes ingresaron al Santuario Nuestra Señora de la Paz —donde se presentó la ruta— y robaron el sagrario de oro, hostias consagradas y otros objetos litúrgicos valorizados en S/ 12 mil. No había cámaras de seguridad y hasta hoy no hay responsables identificados.

Problemas similares en otras regiones del circuito turístico

En La Libertad, específicamente en Trujillo, se mantiene una situación de alta inseguridad y criminalidad. Esta ciudad ha sido calificada como “zona roja” por el Ministerio del Interior, lo que genera dudas sobre la protección efectiva del turista. Aunque se han anunciado iniciativas para reforzar la Policía y mejorar la infraestructura, los niveles de violencia y delitos hacen que la ruta tenga un reto importante para ser realmente atractiva.

En Piura y Callao, también regiones que forman parte de la ruta, se reportan necesidades de mejoras en infraestructura turística, señalización, limpieza y seguridad. Se están realizando inversiones y mejoramientos, pero persisten críticas sobre la falta de un plan integral y la lentitud en la ejecución de obras necesarias para que estas zonas puedan ofrecer una experiencia turística confortable y segura.

Un proyecto que, por ahora, es solo un cartel

En Chiclayo, el único rastro visible de la “Ruta del Papa” es un panel publicitario en la plaza principal y una gigantografía de León XIV. No hay rutas señalizadas, centros de información ni servicios turísticos básicos. Expertos en turismo religioso coinciden en que un circuito exitoso requiere información histórica, centros de interpretación, seguridad, guías y actividades culturales, como ocurre en destinos consolidados como la Basílica de Guadalupe en México.

El turismo religioso mueve multitudes y dinero. Según PROMPERÚ, cada año entre 300 y 330 millones de personas viajan por motivos de fe, un flujo que representa casi el 20% del turismo mundial. En el Perú, esta actividad genera miles de millones en ingresos y moviliza a millones de visitantes en eventos como la procesión del Señor de los Milagros o la peregrinación a la Cruz de Motupe. Más que una fuente de divisas para hoteles, restaurantes y comercios, es también un motor que refuerza la identidad cultural y espiritual de las comunidades.

El lanzamiento apresurado de la “Ruta del Papa León XIV” en el norte del país evidencia que la fe, la devoción y la promoción turística y cultural no son suficientes sin una administración eficiente. La fe por sí sola no bastará para atraer y mantener visitantes.

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