Antauro Humala y Pedro Castillo: Una coalición que amenaza la democracia


El partido de Antaro Humala, la Alianza Nacional de Trabajadores Agricultores, Universitarios Reservistas y Obreros (A.N.T.A.U.R.O.) y partidarios del expresidente Pedro Castillo han anunciado una alianza con la agrupación Juntos por el Perú (JP) con miras a las Elecciones Generales 2026. Su objetivo, según su comunicado, es conformar un gran bloque “patriótico nacionalista-izquierdista” que le haga frente al “enemigo común: la derecha globoneoliberal y pro extranjera”.
En la publicación de la agrupación A.N.T.A.U.R.O., firmada por su secretario general, Rubén Ramos Zapana, se lee que esperan que esta unión logre congregar a personas del velasquismo, nacionalismo y etnocentrismos, la izquierda progresista y los simpatizantes de Castillo. Para ellos, el exmandatario es “el primer preso político del Perú”. Además, piden que participen ciudadanos “desde el Lago Titicaca hasta las fronteras con Ecuador, desde el Pacífico hasta las fronteras con Brasil».
Antauro Humala fue condenado por el asesinato de policías durante el levantamiento conocido como “El Andahuaylazo” en el año 2005. Pasó en prisión 17 años y 8 meses, pero nunca ha dejado de ocultar su discurso radical: en el pasado prometió fusilar expresidentes corruptos, expropiar medios y tomar control del Congreso y el Tribunal Constitucional. Pedro Castillo, por su parte, es investigado por intentar subvertir el orden institucional. Ahora se han aliado con el partido JP para llegar al Congreso de la República e instaurar desde sus posibles escaños un modelo de poder autoritario.
Inscripción de A.N.T.A.U.R.O. cancelada por conducta antidemocrática
En marzo de 2025, el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) anuló la inscripción del partido político de Antauro Humala en respuesta a una orden judicial definitiva: La Corte Suprema ratificó una sentencia del 14 de octubre de 2024 que declaró al mencionado partido como “ilegal” por conductas contrarias a los principios democráticos.
La decisión del máximo tribunal respondió a argumentos presentados por la Fiscalía en julio de 2024, que denunciaba la promoción de actividades violentas, amenazas a expresidentes y hostilidad hacia grupos vulnerables durante el liderazgo de Antauro Humala. Tras declararse ilegal en segunda instancia, el fallo se confirmó definitivamente y se notificó ante el JNE el 18 de marzo.
Con esta resolución, el JNE no solo canceló formalmente la inscripción del partido en el Registro de Organizaciones Políticas (ROP), sino que también ordenó el cierre de sus locales y lo excluyó de participar en los comicios de 2026. A raíz de ello y oficialmente inhabilitado, A.N.T.A.U.R.O. ha recurrido a un vientre de alquiler: Juntos por el Perú.
JP dividido por alianza con Antauro Humala
Al interior de Juntos por el Perú hay divisiones profundas. Así lo han manifestado la presidenta de su Comité de Ética, Vanessa Chihuanhuaylla, y militantes de regiones como Arequipa y La Libertad, quienes califican la alianza con Antauro Humala como antidemocrática y temen que dañe la reputación de la organización.
Chihuanhuaylla denunció, en esa línea, que Roberto Sánchez, presidente de JP y exministro de Pedro Castillo, ha actuado “de manera dictatorial” y sin consultar a las bases, lo que evidencia un riesgo de crisis interna. Esto refuerza la idea de que la democracia está siendo socavada no solo por los candidatos violentos, sino por prácticas autoritarias incluso dentro de un partido de izquierda. No obstante, frente a Castillo la actitud es otra y JP estaría buscando “levantar” la bandera de la libertad.
Para el legislador Fernando Rospigliosi (Fuerza Popular) este pacto es condenable. “Sería absurdo que un enemigo declarado de la democracia… pueda estar tratando de usar la democracia para destruirla”. La gravedad radica en que JP estaría permitiendo que figuras que simbolizan la violencia y el autoritarismo accedan a espacios de poder con apenas una plataforma electoral.
El sistema electoral y las fuerzas políticas responsables deben actuar con firmeza: no solo impidiendo la inscripción de personajes con antecedentes penales graves, sino también rechazando cualquier alianza que aliente discursos violentos y antidemocráticos. El futuro del país está en juego: permitir que Antauro Humala y Pedro Castillo accedan al Congreso sería un paso hacia el caos institucional y la normalización de la violencia política.