Fecha: 4 diciembre, 2024 Tipo de cambio : s/ 3.746

El costo de la burocracia: un obstáculo para la inversión pública en Perú

La estructura estatal en Perú se enfrenta a un dilema crítico: mientras el gasto corriente consume la mayor parte del presupuesto, las inversiones en infraestructura, claves para el desarrollo, quedan rezagadas. ¿Es sostenible este modelo para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y fomentar el crecimiento económico?
Gabriela Llontop Publicado 4:50 pm, 2 diciembre, 2024

La excesiva burocracia estatal no solo desincentiva la formalización y, por ende, reduce los niveles de recaudación tributaria; sino que también evita que el Estado sea capaz de invertir un mayor porcentaje del Tesoro Público en la construcción de más y mejores escuelas, hospitales y carreteras. Si bien el presupuesto público para 2024 creció 12% en comparación con 2023 (pese al estancamiento económico y políticas fiscales que no cumplieron sus objetivos de reducir el déficit fiscal), lo cierto es que solo el 24% de estos fondos corresponden a inversiones de infraestructura. El resto se destina al gasto corriente, principalmente para el pago de remuneraciones, bienes y servicios.

En Perú, por cada S/1 invertido en la construcción de infraestructura, aproximadamente S/4 se transfieren al pago de salarios y consultorías. Esto evidencia que la estructura estatal es mucho más costosa para los contribuyentes que la ejecución de obras y programas públicos que mejoren la calidad de vida de todos los peruanos.

Entre 2013 y 2022, la cantidad de servidores públicos aumentó un 26.6%, alcanzando 1.53 millones de empleados. El número de trabajadores estatales representa el 8.6% de la PEA ocupada, siendo el régimen CAS el que más creció significativamente, con un incremento acumulado del 75.3% en el mismo periodo. Aunque se diseñó como una modalidad temporal, ha ganado estabilidad, impulsando debates sobre la necesidad de mejorar sus condiciones laborales.

Tal y como mencionó la economista y directora de la Asociación de Contribuyente del Perú, Camila Costa, “mientras que el gasto corriente puede estimular la economía a corto plazo, la inversión pública tiene un efecto más duradero al mejorar la productividad. Sin embargo, el predominio del gasto corriente puede generar presión fiscal y limitar recursos para inversiones estratégicas”.

¿Por qué el gasto corriente (planillas, bienes y servicios, alquileres, etc.) aumenta cada vez más en comparación al pequeño aumento en la inversión pública? ¿Qué está haciendo el gobierno por mejorar el nivel de recaudación y ejecución de obras públicas? ¿Acaso los contribuyentes merecen seguir manteniendo la planilla pública sin recibir proyectos y programas públicos de calidad?

Gabriela Llontop Periodista y redactora

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