¿Vale la pena aumentar o crear impuestos?: todo lo que debes saber

El ministro de Economía y Finanzas, José Arista, anunció que el sector plantea imponer nuevos impuestos a los usuarios de plataformas de streaming como Netflix. Si bien es importante formalizar cada servicio que se ofrece con la tasa correspondiente del IGV (18%), esta noticia trae a la mesa la siguiente pregunta: ¿el Estado realmente necesita más recursos o, en realidad, debe ejecutar correctamente el presupuesto público y ampliar la base tributaria con estratégias que impulsen la formalidad laboral?

El director de la Asociación de Contribuyentes del Perú, José Ignacio Beteta, mencionó a Vigilnate.pe que “el gobierno, a pesar de imponer o crear nuestros impuestos, brinda servicios públicos que dejan mucho qué desear”. Por este motivo, analizamos una serie de indicadores para conocer qué servicios públicos brinda el Estado a cambio de nuestros impuestos.

SERVICIOS PÚBLICOS: ¿QUE PODEMOS MEJORAR?

En el sector salud, pese a tener un presupuesto superior a los S/13 mil millones para este 2024, sólo el 42% de establecimientos públicos de primer nivel de atención médica funcionan al menos 12 horas, según el Instituto Videnza. A nivel nacional, el promedio de médicos por cada 10,000 personas es de 9.9 y, respecto al desarrollo infantil, el 43.3% de niños tiene anemia.

En educación la brecha de infraestructura se elevó durante la última década. En 2014, se estimó que el déficit en infraestructura pública de educación era de S/63 mil millones, no obstante, los datos proyectan que ésta cifra se elevó a S/164 mil millones en 2024. A esto se suma que Perú redujo su promedio de calificación en matemáticas de las pruebas PISA en 9 puntos al pasar de 400 a 391 en el último examen.

En seguridad ciudadana, cifras del INEI revelan que el 22.9% de la población fue víctima de un robo y que las regiones de Puno (29,7%), Cusco (28,6%), Tacna (27,4%), Lima Metropolitana (26,7%), Junín (26,6%), Madre de Dios (25,7%) y Arequipa (25,1%) serían las más peligrosas.

Los índices de pobreza también continúan en aumento. Hasta el 2022, se estimaba que 9.1 millones de peruanos eran pobres. Es decir, el 27.5% de la población. Actualmente, el 11% de hogares no tiene acceso a agua potable, mientras que el 20.58% no cuenta con alcantarillado. El 4.19% de familias no tienen electricidad en casa, el 5.55% no cuenta con telefonía móvil y el 44.79% todavía no tiene internet.

MÁS IMPUESTOS, MENOS SERVICIOS DE CALIDAD

Diversos informes han resaltado cómo el dinero de los contribuyentes no es utilizado correctamente por el Estado. No es novedad que cada año la Contraloría General de la República emite un reporte en el que, en promedio, se revela que al menos el 15% del presupuesto del Estado se pierde en corrupción. En cuanto al presupuesto de inversión pública o gasto de capital (dedicado directamente al cierre de brechas) las unidades ejecutoras del Estado a nivel nacional, regional y local, devuelven en promedio el 25% del presupuesto que reciben, con lo cual hablamos de miles de millones de soles desperdiciados.

En este contexto, Jose Ignacio Beteta reflexiona acerca de la indignación que los contribuyentes sienten cuándo deben cumplir sus obligaciones tributarias o atender los trámites que el Estado les exige: “La SUNAT te persigue hasta el límite, es implacable en la cobranza de impuestos; el MEF no tiene vergüenza en decir que aumentará o creará impuestos, pero no hay nada que demuestre que nuestro dinero está siendo bien utilizado. Lo único que sabemos es que el Estado crece, su burocracia crece, su planilla crece, y pareciera ser que nuestro gobierno acepta el convertirse en una agencia de empleo que no genera riqueza sino que la consume exprimiendo a quienes la producen con esfuerzo y dedicación”.