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Estado crítico: así está la situación del sistema de salud en el Perú

Redacción Vigilante Publicado 8:11 am, 5 enero, 2023

Un estudio sobre el sistema de salud peruano, impulsado por Comex, brindó un análisis detallado sobre el estado en que se encuentra el sector tras la pandemia del COVID-19. Además, expone una serie de recomendaciones que el gobierno podría adoptar.

En el país, 9 de cada 10 establecimientos de salud públicos no tienen infraestructura no equipamiento adecuados.

Los varios casos de corrupción que salieron a la luz en el Ministerio de Salud ,que implicaba al exministro, Jorge López, solo es un pequeño reflejo de la desidia con la que actuó el gobierno del presidente Pedro Castillo al designar a personas capaces, indóneas y honestas en cargos claves que garanticen una gestión públicas eficiente y orientada al ciudadano.

A esta situación se suma las consecuencias de la pandemia por COVID-19 que desnudó la poca o nula capacidad del sistema de salud peruano y que cobró la vida de más de 220 mil personas. El Perú se convirtió, debido a ello, en uno de los países con mayor mortalidad en el mundo, por encima de Colombia o Chile.

Si tomamos en cuenta estos hechos de corrupción, el drama propio de la pandemia y los nuevos retos sanitarios que enfrenta el país, la pregunta se formula sola: ¿Qué aprendimos?¿qué hay que hacer para mejorar? Un importante estudio de Videnza Consultores, elaborado a pedido de Comex Perú en octubre pasado, nos brindó un análisis para tomar en cuenta, no solo para conocer qué camino recorrer desde las instituciones estatales encargadas sino para que la ciudadanía tenga en cuenta que es su derecho reclamar por un sistema de salud integrado y efectivo.

LOS PROBLEMAS DEL SECTOR

El primer paso es realizar un auto análisis para conocer las debilidades en el sector salud. Así, el estudio da cuenta que el sistema de salud en el Perú está fragmentado y segmentado. En detalle, el sector público asegura al 91% de peruanos y sus camas hospitalarias representan el 84% del total. En tanto, el sector privado abarca al 9% de atenciones y tiene 16% de camas hospitalarias. “Es decir, la prestación de servicios de salud en el país es fundamentalmente pública”, señala el documento.

Atención en el primer nivel de salud es esencial para la mejora del sistema.

El estudio remarcó que la estrategia de salud emprendida para enfrentar al virus fue inadecuada, debido a la suspensión de los servicios en establecimientos de salud públicos del primer nivel de atención, o el uso de pruebas serológicas como método de diagnóstico.

Sin embargo, hasta el momento, las mejoras de los establecimientos del primer nivel de atención, que deberían ser la puerta de entrada al sistema de salud, han sido muy pocas o nulas, y la organización de las redes integradas continúa siendo incipiente. “A ello se le suma la inestabilidad política, que dificulta la institucionalidad y la toma de decisiones”, se agregó.

El 91% de asegurados enfrentaron problemas de desabastecimiento público, generando que gasten de su “bolsillo” para comprar los medicamentos necesarios o para automedicarse en busca de una solución a sus problemas de salud.

La data presentada por el informe revela que “los hogares con menores recurso fueron los más afectados en términos económicos: gastaron hasta 4.5 veces más en salud si se comparan hogares afectados por el virus con relación a otros del mismo quintil superior”.

LA SITUACIÓN DE LOS ESTABLECIMIENTOS DE SALUD PÚBLICOS

La situación de los establecimientos de salud públicos en el país es crítica, porque casi el 100% de centros de salud y hospitales públicos “cuentan con capacidad instalada inadecuada, están desarticulados y no se aprovechan las sinergias de un trabajo organizado en red”.

A ello se sumó que el “financiamiento público es insuficiente y está gestionado de forma ineficiente”. Esto se demuestra que el número de ciudadanos con seguro ascendió a 98%, pero no hay un incremento proporcional de los recursos públicos para solventar las atenciones de estos nuevos asegurados.

  • 1 de cada 2 establecimientos de salud públicos del primer nivel de atención NO tiene médico.
  • 9 de cada 10 establecimientos de salud públicos NO tienen infraestructura y equipamiento adecuado.
  • 9 de cada 10 establecimientos del Estado usan historias clínicas de papel.

Además, sobre el abastecimiento público de medicamentos aún se maneja con información histórica e inoportuna, en lugar de centrarse en el nivel de servicio brindado. Aquí, dos datos clave:

  • El 43% de los usuarios que reciben receta en establecimientos públicos compra medicamentos en boticas y farmacias privadas.
  • Solo 1 de cada 2 del primer nivel de atención pública tiene disponibilidad de medicamentos mayor al 80%.
El sector salud deberá procurar la entrega oportuna de medicamentos.

¿QUÉ DEBE HACERSE?

El estudio para COMEX mostró algunas de las medidas que se pueden adoptar para mejorar, en principio, el sistema de salud peruano. Entre ellos que el Sistema Integral de Salud (SIS) debería “hacer intercambio prestacional o compra de servicios con establecimientos de ESSALUD y privados para lograr acceso oportuno y de calidad para sus asegurados del sector público”.

En tanto, se debe fortalecer los “brazos operativos” del Minsa, como la Dirección General de Medicamentos, Insumos y Drogas (Digemid) que debe reducir sus plazos para la revisión y autorización de medicamentos y tecnologías sanitarias, y Susalud debe fiscalizar efectivamente los servicios de salud en todo el país para combatir la informalidad y cautelar la cobertura y calidad de la atención. “Esto se consigue con capital humano competente y la provisión de infraestructura, equipamiento y tecnologías necesarias”, expone el estudio.

Se debe promover la atención de ciudadanos en centros o policlínicos del primer nivel de atención con enfoque territorial. “Así, los ciudadanos conocen su puerta de entrada al sistema de salud, y el personal sanitario conoce a la población que debe cuidar”. Estos establecimientos de salud públicos deben contar con médicos y profesionales de la salud según la demanda de la población, así como con medicamentos y equipamiento necesario.

También debe implementarse una historia clínica electrónica y los sistemas de soporte en línea. Esto permitirá que los pacientes no dupliquen pruebas de apoyo al diagnóstico ni se preocupen por su información médica, y que los gestores de la salud puedan conocer, en tiempo real, el nivel de servicio recibido por los ciudadanos para gestionar eficientemente los recursos.

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