Fracasa el Paro Nacional convocado contra el Gobierno y exigiendo el cierre del Congreso
El intento de un grupo de dirigentes para generar caos y desorden en el país no tuvo frutos, pues el paro nacional, que buscaba el cierre del Congreso y la liberación del golpista Pedro Castillo, no fue acatado por millones de peruanos. Hasta el momento se conoce de bloqueos en Puno, Arequipa y Cusco. La Policía viene despejando las vías.
Un rotundo fracaso. Así fue el intento de un grupo reducido de manifestantes que buscaron quebrar el estado de derecho al convocar un paro nacional para el 4 de enero con la finalidad de exigir la salida de Dina Boluarte a la Presidencia, el cierre del Congreso, el adelanto de elecciones al 2023 y la liberación del expresidente golpista Pedro Castillo.
Según el mapa interactivo de alertas por bloqueos a nivel nacional de la Sutran, se han reportado más de 20 bloqueos en las regiones de Cusco, Puno, Junín y Arequipa. Mientras que en las otras 20 regiones del país la situación social y laboral continúo con normalidad.
Cabe mencionar que un grupo reducido de protestantes acataron el paro nacional y bloquearon algunas carreteras importantes. Sin embargo, la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas, amparadas en el estado de derecho y el estado de emergencia, desalojaron a los protestantes para restablecer el orden.
Entre los principales promotores del paro se encuentra César Tito Rojas, un profesor allegado al exmandatario de larga data y quien fue dirigente del Movadef, brazo político de Sendero Luminoso, en Puno. “A partir del 4 de enero se debe retomar la lucha (…) contra un gobierno ilegítimo que ha traicionado al pueblo. Ahora ya no es prioritaria la nueva Constitución”, dijo Tito Rojas. A este personaje se suma otro extremista. Se trata de Jorge del Carpio Lazo, quien impulsó la protesta en Arequipa. Carpio fue acusado por el terrorista Ulser Pillpa de integrar Sendero Luminoso.
El fracaso de este paro nacional demuestra que millones de peruanos están dispuestos a mantener la paz y la reactivación económica sobre los intereses de algunos dirigentes extremistas que buscan, a como dé lugar, el cambio de Constitución y la liberación de Castillo. Esto se evidenció durante la jornada de protestas violentas que se dieron tras el golpe de estado del expresidente.
Sobre el paro, el premier Alberto Otárola remarcó que lo “peor ya pasó”, en referencia a las protestas violentas en diciembre, y adelantó que se detendrá a los azuzadores de violencia.
“Hemos pasado un momento difícil que el gobierno ha conseguido pacificar. Estábamos al borde de un abismo institucional, pero hemos pasado unas fiestas tranquilas. Es una situación de normalidad. Tenemos protestas en Puno y con, mucha responsabilidad, el gobierno está haciendo el seguimiento. Vamos a defender la vida de los peruanos, entendiendo el sentido de la protesta ciudadana, pero vamos a ser muy claro en detener a los azuzadores que pretenden atentar contra el estado de derecho”, declaró.