Ghersi: “La Asamblea Constituyente es la puerta a una dictadura, por eso debemos oponernos”
El abogado Lucas Ghersi explica que abrirle paso a una Asamblea Constituyentes es permitir el acceso a una posible dictadura. Por esta razón, recomienda que la ciudadanía no ceda ante las exigencias y reclamos de grupos radicalizados, debido a que no benefician en absoluto al país.
En medio de la crisis institucional y política por la que atravesamos los peruanos, es sumamente importante reconocer el origen de los reclamos de estos grupos violentos que atentan contra la propiedad privada y vulneran el derecho de la ciudadanía al exigir agresivamente la renuncia de la presidente Dina Boluarte, el cierre del Congreso y una Asamblea Constituyente.
Por este motivo, Vigilante.pe conversó con Lucas Ghersi, abogado y líder del movimiento No a la Asamblea Constituyente, quien nos ofreció mayores luces respecto a cómo se desarrollan estas manifestaciones y disturbios en al menos 15 regiones del país. Asimismo, explicó los motivos por los cuales ciertos sectores exigen el cambio de la Constitución Política del Perú y, por otro lado, detalló las alternativas que los peruanos deberíamos impulsar para evitar una Asamblea con poder absoluto que termine por agravar esta crisis que nos azota.
- Señala que las reformas son necesarias, pero que estas nunca podrán ser discutidas si el Estado no llega a un consenso, debido a que cada decisión debe ser tomada en democracia. ¿Considera que estas protestas son espontáneas?
Estas protestas no son mayoritarias y tampoco espontáneas. Estas no son protestas de ciudadanos comunes y corrientes. El peruano común y corriente no secuestra policías, no toma aeropuertos y no incendia instalaciones industriales. Eso lo hacen delincuentes con una preparación cuasi militar. Una protesta pacífica y espontánea no está compuesta por personas capaces de secuestrar policías. Entonces, lo que estamos viendo acá es un operativo para generar zozobra en el país. En algún momento hubo movilizaciones de derecha o izquierda con muchos excesos como la protesta contra la ‘Ley Pulpín’ o las protestas contra Manuel Merino, pero esto no es una protesta sino un operativo golpista que pretende desestabilizar nuestro país.
- Uno de los principales reclamos de los manifestantes es la conformación de una Asamblea Constituyente. ¿Qué opinas al respecto?
Es peligroso para el país. Una Asamblea Constituyente tiene un poder absoluto, un poder total. Cuando un Congreso tiene un poder total, eso se presta al abuso. Una Asamblea Constituyente podría hacer que la fiscal de la Nación ya no pueda investigar a ningún corrupto o que la Contraloría deje de investigar irregularidades. La concentración del poder no produce cosas buenas, produce abuso. Ahora, ¿la Constitución peruana es perfecta? No. Quizás hacen falta muchas reformas, pero en democracia. La Asamblea Constituyente tiene poder absoluto y puede ser la puerta de entrada a una dictadura y por eso es una propuesta a la que nosotros debemos oponernos.
- Una encuesta del CPI demostró que el 60% de peruanos desconoce el contenido de la Constitución Política. ¿Por qué crees que algunos sectores pretenden cambiarla si no están seguros de lo que la Carta Magna dice?
Creo que es una mezcla. Hay quienes sí se inclinan a que en Perú exista una dictadura al estilo de Evo Morales. Hay sectores pro dictadura, muy politizados y muy radicales. Pero luego existen otros sectores que tienen un recuerdo muy negativo de lo que fue el gobierno de (Alberto) Fujimori y, por eso, se quedaron con la idea de cambiar la Constitución. Recordemos que hubo gente que fue despedida de las empresas públicas y demás. Entonces, es ese sector de la población que se quedó siempre con esa idea, pero hay que recordar que si se cambia la Constitución, las cosas negativas de los años noventa podrían volver.
Así como hace una semana vivimos un intento de autogolpe, la concentración de poder, el amordazamiento a la prensa, todas esas cosas podrían volver con una Asamblea Constituyente. Se necesitan reformas, pero en democracia.
- Dina Boluarte plantea un proyecto de ley que adelantaría las elecciones generales, pero también propone un paquete de reformas constitucionales. ¿Qué reformas crees que se deberían incluir para mejorar nuestro sistema electoral?
Podríamos tener una larga conferencia hablando solamente de las reformas, pero una de ellas puede ser que en el Perú se prohíbe la formación de alianzas. Cuando tienes una alianza, la valla electoral ya no es de 5%, sino que sube a 6% o 7%. Las reglas están hechas para que nadie se alía con nadie y como nadie puede aliarse, es que existe fragmentación: muchas bancadas, el voto se dispersa y, finalmente, puede llegar a segunda vuelta o ser elegido presidente alguien desconocido y con muy poco respaldo.
Por eso tenemos que luchar contra la fragmentación. En ese caso, la ley podría ser al revés. Si un partido político hace una alianza con otro, entonces se baja la valla a 4%, así se promueven alianzas, porque no es posible que cada partido político se presente con su propio candidato. Tenemos que promover una izquierda más unificada y una derecha más unificada.
- ¿Cuál sería otra reforma que no podría faltar?
Otra reforma podría ser que, dentro del Congreso, se puedan escoger representantes por mitades o por tercios del periodo. Esto para darle más estabilidad al sistema político. Lo que vemos siempre en el Perú es que cada vez aparecen partidos nuevos. La mejor opción sería que la mitad del Congreso se escoja a la mitad del periodo presidencial para que los partidos siempre estén vigentes y siempre estén trabajando. Esto ayudaría a que, si un presidente es muy malo, pierda su mayoría a mitad de periodo. En cambio, si un presidente es muy bueno, este podría recuperar su mayoría.
- Si la presidente Dina Boluarte presentara el proyecto de ley, ¿crees que los congresistas oficialistas estarían dispuestos a votar a favor de estos cambios?
Yo creo que debemos ser muy prudentes. Hablar de elecciones no es muy ligero. Además, se requieren muchos votos para las reformas. La verdad, todo esto podría ser un “engaña muchacho”. No debemos apresurarnos.
El país primero tiene que contar con un consenso, un diálogo. Lo peor que podríamos hacer es una elección precipitada, mal reflexionada. Esto sería un mal precedente, porque quien pierda en la siguiente elección también podría proponer un adelanto de elecciones y esto va a generar más inestabilidad. Así que esto se debe hacer primero con reformas políticas, de lo contrario, sería un grave daño a nuestra institucionalidad.