¿Cuál es el problema de las empresas estatales?
El fracaso ocurrido con Petroperú abre el debate sobre las ineficiencias en las empresas estatales, que vienen viviendo (y sobreviviendo) a costa de los contribuyentes. ¿Cómo se entiende esa problemática?¿Existen soluciones?
El rotundo fracaso de Petroperú (PP) abrió las puertas para el debate y análisis sobre el rol que cumplen las empresas estatales existentes en el Perú. En principio, es importante recordar que el Estado peruano tiene 35 empresas que dependen de ella y que están bajo la mirada del Fondo Nacional de Financiamiento de la Actividad Empresarial del Estado (Fonafe). Estas empresas tiene presencia en diversos rubros como electricidad, agua y saneamiento, salud, manufactura, financiero e hidrocarburos. Cabe mencionar que Petroperú se encuentra fuera del ámbito de Fonafe.
Ahora, también hay que tener en cuenta que el dinero que usa una empresa estatal proviene del bolsillo de los contribuyentes, es decir, de todos los peruanos que pagan impuestos. Esta situación les permite que no puedan quebrar a pesar de la enorme cantidad de dinero que puedan perder, de los malos servicios que brinden o de las malas inversiones que realicen, ya que el Estado puede utilizar el dinero de los impuestos para darles un “salvavidas”.
Además, las empresas estatales no tienen incentivos para ser eficientes y, por el contrario, tienen el camino libre para contratar personal de confianza, que en su mayoría son allegados al poder de turno; funcionar de caja chica del gobierno y, cuando todo falle, pedirle más dinero al Estado. A consecuencia de este tipo de gestiones, solo en los últimos cinco años se ha perdido S/ 10 mil millones.
El economista Carlos Parodi recordó que si se analiza la experiencia de estas empresas, incluyendo a PP, todas han registrado perdidas debido a que el Estado no logra hacer que funcione bajo criterios adecuados y porque tampoco ha existido una “buena gestión pública”. En esa línea, es importante recordar que, solo en 2022, PP ha recibido US$ 2.250 millones de dólares en ayudas estatales sin mencionar las transferencias y garantías otorgadas previamente para financiar sus inversiones, como lo es la Refinería de Talara. Otro dato relevante sobre la petrolera nacional es que entre 2012 y 2021, las pérdidas acumuladas suman S/14 mil millones.
El presidente del Instituto Peruano de Economía (IPE), Miguel Palomino, explicó que “las empresas estatales no son ni más ni menos corruptas que las privadas” puesto que “en ambos casos es cuestión de que existan los mecanismos de gobernanza necesarios. Pero el Estado es uno solo y el sector privado no. Hay que encargarle al Estado que haga lo mejor posible aquello que nadie más hace, con esa tarea tiene más que suficiente”.
Por su parte, el economista Enrique Castellanos, en su columna en Semana Económica, sostuvo que la corrupción en Petroperú “parece haber hecho metástasis” y cuestionó la intención del Estado para rescatar a la petrolera, como empresa estatal, a pesar de su catastrófica situación. “Su gerencia es incapaz de publicar estados financieros auditados, los bancos y proveedores no le extienden crédito y el Gobierno Central (con nuestra plata) le acaba de dar ayudas financieras por un total de US$2,250 millones (…) ¿Cuándo entenderemos los peruanos que nuestro Estado siempre ha sido un pésimo empresario? Y que la gestión pública debería concentrar sus esfuerzos al ámbito social: salud, educación y algunos servicios públicos”, remarcó.
¿COMO MEJORAR LA SITUACIÓN?
Desde el IPE se busca dar algunas recomendaciones para la mejora de la gestión pública como fortalecer el gobierno corporativo para hacer a las empresas estatales atractivas al capital privado crear incentivos para los trabajadores, impulsar el cumplimiento de metas de su fuerza laboral e implementar un plan estratégico de desarrollo. También sostienen que se debería desvincular de los sistemas administrativos del Estado, en específico de la Ley de contratación y los límites de endeudamiento.
DATOS A TOMAR EN CUENTA
Las 35 empresas estatales representan, en promedio, el 2,1% del PBI y 3,2% de la inversión pública, según la Cámara de Comercio de Lima. En detalle, las empresas estatales están distribuidas en el sector electricidad con un total de 16 entre generadoras y distribuidoras, destacándose Electroperú, San Gabán e Hidroandina. En servicios y producción están Editora Perú y Enaco, respectivamente. En el lado financiero, se tienen cuatro destacando el Banco de la Nación y Agrobanco. En transporte e infraestructura resaltan Corpac, Enapu y Serpost. En hidrocarburos está Perú Petro y en saneamiento y salud están Sedapal y EsSalud, respectivamente.