¿Por qué el gobierno sigue financiando la ineficiencia y corrupción en Petroperú?

El MEF le ha dado a la petrolera estatal US$1,750 millones en lo que va del año, sin exigir nada a cambio. ¿En qué se pudo usar ese dinero de nuestros impuestos que termina en manos de una empresa pública con pérdidas por más de S/ 14 millones?

El gobierno de Pedro Castillo le ha vuelto a lanzar un salvavidas a Petroperú, pero sin sustento ni exigir nada a cambio. La semana pasada, el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) aprobó un aporte de capital a petrolera estatal de US$1.000 millones, para que pueda sobrevivir.

En mayo pasado, Petroperú ya había recibido un préstamo de US$750 millones también del MEF. Casi la totalidad de ese dinero es para gasto corriente y compra de combustible.

El despacho del ministro Kurt Burneo ha tratado de justificar su decisión al señalar que busca respaldar a la empresa estatal, “cuya adecuada operatividad es fundamental para garantizar el abastecimiento de combustibles y evitar el incremento de precios, dos aspectos esenciales que impactan en la economía de la población, especialmente la de menores recursos”.

Pero el problema es que ahora mismo no existen las condiciones mínimas que garanticen que ese dinero, que sale del bolsillo de los contribuyentes del país, será correctamente usado; el MEF tampoco se lo ha exigido a Petroperú, que hoy está al borde del colapso por absoluta responsabilidad del gobierno de Pedro Castillo.

Por ejemplo, en medio de una gestión ineficiente, sin transparencia y con graves evidencias de corrupción -como el caso de compra de biodiésel, que implica al presidente Castillo- Petroperú perdió en septiembre el grado de inversión.

Por ello, ahora para la empresa estatal es muy difícil lograr financiamiento para sus actividades privadas. De sus US$2,900 millones de línea de crédito renovables no comprometidas, US$1,200 millones están bajo revisión.

A ello se suma que la petrolera estatal sigue sin solucionar sus problemas de liquidez y gobernanza y tampoco ha presentado sus estados financieros auditados del 2021.

Dispendio inútil

Así, este año, a expensas de nuestros impuestos, el gobierno ha entregado US$1.750 millones a Petroperú sin exigir nada a cambio, más aún en un contexto en el que su credibilidad y reputación se deterioran cada vez más, lo que pone en duda su operatividad y sostenibilidad empresarial.

Especialistas han advertido que ni siquiera con esa inyección de capital se podrá cumplir con los compromisos que Petroperú tiene por delante, si consigue poner finalmente en marcha la refinería de Talara a fines de este año, como anunnció.

Incluso, la Asociación de Grifos y Estaciones de Servicios (AGESP) alertó que se está produciendo un desabastecimiento de combustibles en el país y esto se deba a los problemas financieros de Petroperú para pagar por la compra de derivados.

A ellos se suma que entre los años 2012 y 2021, Petroperú acumuló pérdidas por más de S/ 14 millones, mientras que la refinería de Talara tendría pérdidas cercanas a US$ 1,650 millones, según IPE.

En el último reporte de Comex se señala que esos US$1,750 millones que se inyecterán en Petroperú son casi ocho veces el presupuesto de Pensión 65 o cuatro veces el presupuesto de Qali Warma. 

Así, el gremio señala que con ese dinero se podría garantizar el acceso a agua y alcantarillado a 1.1 millones de peruanos, en un país en el que alrededor de tres millones de personas no tienen acceso a agua potable por red pública.

En conclusión, el gobierno no puede seguir financiando, con el dinero de los contribuyentes, la ineficiencia y corrupción en Petroperú.

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