Plan del MEF: bonos y subsidios no suplen la falta de inversión por la inestabilidad política
De los casi S/ 11 millones del costo total del programa llamado Impulso Perú, las medidas temporales representan el 45% (S/4,833 millones), lo que tarde o temprano empeorará la situación de las arcas públicas.
(*) El plan de reactivación económica presentado la semana pasada por el ministro de Economía, Kurt Burneo, no resolverá la crisis económica que padece el Perú, por varias razones
Primero, porque el plan Impulso Perú, que promete elevar el crecimiento económico hasta el 4.3% para el 2023, consiste en 36 medidas enfocadas solo en el corto plazo: subsidios, bonos, préstamos con garantías y programas de empleo.
Luego, porque el costo de financiamiento, de S/10,794 millones (1.23% del PBI), se aplicará como ‘combustible’ a una economía cuyo principal problema reside en sus fundamentos: no hay confianza.
Además, porque la actual crisis económica se debe principalmente a la desconfianza empresarial que generan la alta inestabilidad política y la incapacidad del Ejecutivo de marcar una ruta coherente de desarrollo.
A ello hay que sumar que sin confianza, no habrá impulso real en la inversión privada, que es la que crea empleo formal y sostenido. Para 2022 se estima que la inversión privada no crecerá (0%). También se prevé que la inversión extranjera caería 17% este año y en 11% el próximo, según Proinversión .
“Es un plan basado en el impulso estatal para mover la economía. Más allá que sea positivo o negativo, debemos evaluarlo de la siguiente manera: primero, en el Perú, la inversión total es 80% privada y lo restante es pública”, apunta el economista Carlos Parodi, de la Universidad del Pacífico.
La inversión privada es el motor del crecimiento económico. Suplir este déficit de confianza con mayor gasto público corriente calza en el dicho de “pan para hoy, hambre para mañana”.
Mientras que el consumo crece lento, las exportaciones caen por el precio internacional del cobre y la inversión pública es ineficiente; la única salida a la crisis es la inversión privada.
¿En qué consiste el plan? Los S/10,794 millones contemplados en su financiamiento se dividen así: aumentar la inversión pública en S/5,626 millones. El impacto estimado es de 0.5% del PBI (el crecimiento de 2023 pasaría de 3.5% a 4%). Luego, estimular el sector privado con S/5,168 millones (elevaría el crecimiento de 4% a 4.3%).
La apuesta por la inversión pública no resulta creíble. La ejecución de esta alcanzó en 2021 apenas 69%; las municipalidades y los gobiernos regionales que controlaban casi dos tercios (62%) del presupuesto tuvieron una ejecución de 61.8% y 70.0%, respectivamente. Además, para 2023 habrá nuevos alcaldes y gobernadores, lo que puede hacer caer la ejecución de la inversión pública.
En el estímulo al sector privado preocupa la enorme cantidad de medidas temporales (S/4,833 millones, 45% de todo el plan): bonos (alimentario y agrario), subsidios, programas de empleo temporal y otros que tarde o temprano empeorarán la situación de las arcas públicas; devaluarán el sol frente al dólar y de los demás bienes, lo que genera alzas en el tipo de cambio e inflación.
Atención con lo que sucede con el cobre
El precio del cobre —el principal mineral de exportación del Perú— cayó 24% respecto a marzo de este año. La actual cotización del mineral es de US$3.6 por libra. Esto traerá un efecto en el tipo de cambio, ya que ingresarán menos dólares al país. Con un dólar alto, los productos importados se encarecen y aumentan las presiones inflacionarias.
En agosto hubo una tasa de inflación anualizada del 8.40%, cuatro veces por encima del rango meta (2%), pese a que esta se viene reduciendo levemente en los últimos meses –en junio 8.81% y en julio, 8.74%–, según el INEI. Si le sumamos el Plan Impulso, con un aumento de gasto público importante, la inflación podría seguir creciendo.
El cobre es una variable clave para Perú. Una caída de 1 dólar en su precio puede significar una pérdida de recaudación entre S/2 y S/ 4 mil millones, según el exministro Luis Castilla. Esta es justo la caída que hemos tenido entre abril y julio de este año. La situación amerita tomar medidas preventivas: comprar dólares
(*) Este informe fue elaborado por la Asociación de Contribuyentes y publicado originalmente en Perú21.