Impulso Perú: ¿Por qué no se puede reactivar la economía solo con subsidios?
La actual crisis económica se debe principalmente a la desconfianza empresarial que generan la alta inestabilidad política y la incapacidad del Ejecutivo de marcar una ruta coherente de desarrollo. El plan del MEF no aborda estos asuntos.
El plan de reactivación presentado por el ministro de Economía, Kurt Burneo, plantea tres subsidios de carácter temporal para la población vulnerable: tarifa eléctrica, transporte urbano, y GLP de uso doméstico.
El plan de reactivación presentado por el ministro de Economía, Kurt Burneo, plantea tres subsidios de carácter temporal para la población vulnerable: tarifa eléctrica, transporte urbano, y GLP de uso doméstico.
Además busca prorrogar la exoneración del IGV para atenuar el precio de los bienes de la canasta básica de consumo.
El costo de financiamiento de S/.10,794 millones (1.23% del PBI), pero el problema con el programa que propone el MEF es que no toma en cuenta que el principal problema de la economía peruana reside en sus fundamentos: no hay confianza.
El Ministerio de Economía no puede ser una isla dentro del gobierno. Si no está en sintonía con otras carteras, como la de Trabajo -y no lo está, claramente- será muy complicado que el plan de Burneo funcione.
Así lo subrayo Enrique Castellanos, profesor de economía y finanzas de la Universidad del Pacífico, al comentar en El Comercio que el gobierno no da ninguna señal de confianza y esa es la razón principal por la que la inversión privada está parada.
“Si eso no arranca, una economía no puede seguir siendo incentivada vía subsidios indefinidamente si es que ella misma no crece, ese es el problema”, apunta el economista.
En esto coincide Juan José Marthans, director de Economía en PAD Universidad de Piura. “El nexo entre el sector privado y el Gobierno se ha roto y no se va a recomponer hasta que haya un cambio sustancial”, dijo.
“La inversión en el mediano plazo está comprometida y esto genera un menor nivel de PBI. Hay un círculo vicioso y su común denominador es la desconfianza en el frente político”, agregó.
La inversión privada es el motor del crecimiento. Es además la que genera empleo formal y sostenido. Para el 2022 se estima que la inversión privada no crecerá (0%), y se prevé que la inversión extranjera caería 17% este año y en 11% el próximo, según Proinversión.
Sin confianza, esto no se revertirá y plan del MEF no tendrá el impacto deseado porque se basa en el impulso estatal para mover la economía.
“Más allá que sea positivo o negativo, debemos evaluarlo de la siguiente manera. Primero, en el Perú, la inversión total es 80% privada y lo restante es público”, apunta Carlos Parodi, economista y profesor de la Universidad del Pacífico.
Y la apuesta por la inversión pública no es creíble, porque la ejecución de esta alcanzó en 2021 solo 69%; los municipios y los gobiernos regionales controlan casi dos tercios (62%) del presupuesto y son lo que menor nivel de ejecución tuvieron, con 61.8% y 70.0%, respectivamente.
Es decir, nada garantiza en el plan del MEF que las autoridades subnacionales usen bien el dinero, más aún en un año electoral (el 2 de octubre se elegirán a nuevos gobernadores y alcaldes). “El siguiente año a la elección, la inversión pública cae debido a la curva de aprendizaje de las nuevas autoridades”, señala Parodi.
En suma, no se pued suplir el déficit de confianza con mayor gasto público corriente. Y tampoco es sostenible la enorme cantidad de medidas temporales (S/. 4,833 millones, 45% de todo el plan), como bonos (alimentario y agrario), subsidios, programas de empleo temporal y otros, porque tarde o temprano empeorarán la situación de las arcas públicas.
¿Las posibes consencuencias de la estrategia del MEF? La devaluación del sol frente al dólar y de los demás bienes, lo que genera alzas en el tipo de cambio e inflación.