/ OPINIÓN
Salvemos a las AFP, sigamos destruyendo el sistema, por José Ignacio Beteta
El truco es perfecto, digno de un prestidigitador de feria: yo AFP cobro, administro, fracaso sabiendo que iba a fracasar, y al final el Estado —es decir, tú, yo, todos— cubre el vacío. Si esto no es la definición misma de irresponsabilidad premiada y mercantilismo sibarita, que venga Cicerón a corregirme.