Fecha: 27 noviembre, 2025 Tipo de cambio : s/ 3.363

Deficiente oferta electoral impulsa voto improvisado rumbo al 2026

Una reciente encuesta revela que la mayoría de peruanos aún no define su voto, en un escenario marcado por descontento, candidatos populistas y baja información sobre el proceso electoral.
Redacción Vigilante Publicado 7:34 pm, 26 noviembre, 2025

El 73% de ciudadanos no está pensando todavía en por quién votar para las Elecciones 2026, según un estudio de Datum. La falta de figuras sólidas y propuestas claras acentúa la incertidumbre y abre paso al apoyo hacia líderes improvisados.

La encuesta evidencia un panorama de dudas profundas sobre la oferta electoral. Si bien el 48% de peruanos se identifica con posiciones de derecha o centro, un 37% no se ubica en ninguna postura política, reflejo del desencanto con las alternativas actuales. La mayoría de candidatos que hoy se perfilan para los comicios no es percibida como competente o consistente, sino como representantes de discursos populistas y extremos que fortalecen la polarización.

En lugar de presentar propuestas viables, muchos aspirantes se apoyan en mensajes agresivos y simplistas, que apelan a la manipulación emocional a través de redes sociales. Este clima no solo revela la pérdida de confianza en el sistema político, sino también en las entidades electorales (JNE, ONPE y Reniec). Aunque la percepción de estos organismos ha mejorado ligeramente, un 70% de la población continúa desconfiando de su transparencia y efectividad.

Indecisos definirán las Elecciones 2026

A ello se suma que el 62% de los ciudadanos está poco o nada informado sobre el proceso electoral, un terreno peligroso frente a candidatos que recurren al populismo fácil y a promesas vacías. La demanda ciudadana apunta a propuestas reales, claras y fundamentadas, no a liderazgos que buscan apoyo mediante ataques o planteamientos irreales.

Que la mayoría de votantes aún no tenga definido su voto es una señal de alerta: el sistema político no está ofreciendo opciones claras ni confiables. La calidad de la política peruana enfrenta el reto de reconectar con los intereses y necesidades de la población.

Con unas elecciones marcadas por división y no por consensos, el riesgo es que vuelvan a surgir liderazgos sorpresivos o caudillos improvisados. Para evitarlo, la política peruana debe dejar atrás la confrontación y el populismo, y concentrarse en soluciones reales para los problemas estructurales del país.

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