Deficiente oferta electoral impulsa voto improvisado rumbo al 2026
El 73% de ciudadanos no está pensando todavía en por quién votar para las Elecciones 2026, según un estudio de Datum. La falta de figuras sólidas y propuestas claras acentúa la incertidumbre y abre paso al apoyo hacia líderes improvisados.
La encuesta evidencia un panorama de dudas profundas sobre la oferta electoral. Si bien el 48% de peruanos se identifica con posiciones de derecha o centro, un 37% no se ubica en ninguna postura política, reflejo del desencanto con las alternativas actuales. La mayoría de candidatos que hoy se perfilan para los comicios no es percibida como competente o consistente, sino como representantes de discursos populistas y extremos que fortalecen la polarización.
En lugar de presentar propuestas viables, muchos aspirantes se apoyan en mensajes agresivos y simplistas, que apelan a la manipulación emocional a través de redes sociales. Este clima no solo revela la pérdida de confianza en el sistema político, sino también en las entidades electorales (JNE, ONPE y Reniec). Aunque la percepción de estos organismos ha mejorado ligeramente, un 70% de la población continúa desconfiando de su transparencia y efectividad.
Indecisos definirán las Elecciones 2026
A ello se suma que el 62% de los ciudadanos está poco o nada informado sobre el proceso electoral, un terreno peligroso frente a candidatos que recurren al populismo fácil y a promesas vacías. La demanda ciudadana apunta a propuestas reales, claras y fundamentadas, no a liderazgos que buscan apoyo mediante ataques o planteamientos irreales.
Que la mayoría de votantes aún no tenga definido su voto es una señal de alerta: el sistema político no está ofreciendo opciones claras ni confiables. La calidad de la política peruana enfrenta el reto de reconectar con los intereses y necesidades de la población.
Con unas elecciones marcadas por división y no por consensos, el riesgo es que vuelvan a surgir liderazgos sorpresivos o caudillos improvisados. Para evitarlo, la política peruana debe dejar atrás la confrontación y el populismo, y concentrarse en soluciones reales para los problemas estructurales del país.