Apurímac lidera la economía, pero aún no logra convertir su impulso en obras clave
Apurímac continúa encabezando el crecimiento económico del país. La región registró una expansión superior al 27% en el tercer trimestre de 2025, según el Instituto Peruano de Economía (IPE), consolidándose durante tres trimestres consecutivos como líder nacional gracias al impulso de la minería (53,8%) —donde destaca el aporte de Las Bambas— y de la construcción (10%) —con obras de riego y defensas ribereñas—.
El empuje económico coincide con un portafolio significativo de proyectos de inversión pública. El Gobierno Regional de Apurímac anunció un paquete de S/ 757 millones para obras en 2025, enfocado en infraestructura vial, educativa y sanitaria. Sin embargo, aún registra 78 obras paralizadas por más de S/ 624 millones, de acuerdo a la Contraloría. Las causas de los retrasos son recurrentes: expedientes técnicos incompletos o con errores, incumplimientos contractuales, falta de liquidez en momentos clave y debilidades en la capacidad técnica de algunas entidades ejecutoras.
Hospital de Chalhuanca avanza solo 0,1% en cuatro meses
La brecha entre el crecimiento económico y la capacidad de ejecutar obras se evidencia en proyectos concretos. Uno de los casos más llamativos es el del nuevo hospital de Chalhuanca, en la provincia de Aymaraes. La obra, administrada por EsSalud y vinculada a esfuerzos regionales de mejora en infraestructura de salud, registraba solo 0,1% de avance en agosto pese a que tenía medio año desde el inicio del contrato y un presupuesto de S/ 58,5 millones.
El informe técnico de la obra muestra que hasta ahora solo se han ejecutado S/ 70.254, muy por debajo del cronograma inicial, según el Portal de Transparencia. Este proyecto está destinado a beneficiar a más de 11.000 asegurados, pero su retraso ha puesto en evidencia las dificultades de gestión que aún enfrenta la región. Las lluvias y demoras logísticas han afectado el ritmo, revelando problemas de planificación, supervisión y capacidad operativa.
Los desafíos detrás del crecimiento
Pese al alto potencial económico, Apurímac necesita fortalecer sus capacidades técnicas para sostener y ejecutar el creciente volumen de proyectos. Además, de asegurar que la inversión pública se distribuya de manera efectiva en todas sus provincias. Los recursos existen, pero convertirlos en obras concluidas requiere reducir los cuellos de botella que frenan el avance físico de los proyectos.
Otro desafío es la velocidad de ejecución presupuestal. Aunque cerró el 2024 con un récord de 97,5%, este año el avance ha sido más lento —sólo poco más del 49% hasta el 30 de septiembre— debido a retrasos frecuentes en expedientes técnicos, procesos de contratación y supervisión de obras.
Apurímac ha logrado posicionarse como la región de mayor crecimiento del país, con indicadores que superan ampliamente al promedio nacional. Pero para que esa expansión se transforme en bienestar real, necesita superar sus limitaciones y convertir su impulso económico en obras que cambien la vida de sus habitantes.