Cusco afronta un nuevo golpe económico con el cierre temporal del aeropuerto

El cierre de 12 horas en el Aeropuerto Alejandro Velasco Astete por mantenimiento deja en evidencia la precaria infraestructura aérea, afectando cientos de turistas y generando pérdidas millonarias.
Redacción Vigilante Publicado 4:37 pm, 14 octubre, 2025

El Aeropuerto Internacional Alejandro Velasco Astete de Cusco suspendió sus operaciones desde las 20:00 del lunes 13 hasta las 08:00 del martes 14 de octubre de 2025. La medida afectó vuelos de LATAM, Sky y JetSmart, dejando a miles de pasajeros varados o con reprogramaciones. Esta situación expone la vulnerabilidad de una región cuya economía depende en más del 80 % del turismo.

El impacto económico fue inmediato. Según el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur), el turismo en Cusco genera más de US$1.500 millones anuales. Con un promedio de 10.000 turistas diarios, de los cuales nueve de cada diez llegan por vía aérea, la paralización afectó a entre 3.000 y 5.000 pasajeros. Las pérdidas directas se estiman entre 2 y 5 millones de soles por cancelaciones de vuelos, hospedajes y tours.

Un visitante promedio gasta S/200 diarios en alojamiento y alimentación, sin incluir el ingreso a Machu Picchu, que recibe hasta 5.600 visitantes diarios y genera más de S/ 1 millón diarios en boletos y servicios asociados, según Mincetur. La Cámara de Comercio de Cusco calcula que las pérdidas totales podrían superar los S/10 millones, considerando cancelaciones, reprogramaciones y salarios no percibidos.

Daño reputacional y la espera interminable por Chinchero

El cierre del aeropuerto tuvo un efecto dominó sobre hoteles, restaurantes, agencias, guías y artesanos, afectando a toda la cadena turística. Pero el daño reputacional también ha sido significativo. Turistas frustrados compartieron sus experiencias en redes sociales, y medios internacionales advirtieron sobre el deterioro de la imagen del destino.

Este episodio se suma a las protestas de septiembre de 2025 en Machu Picchu, que dejaron cientos de turistas varados y pérdidas millonarias por el bloqueo de vías. Estos incidentes incluso pusieron en riesgo la permanencia de la ciudadela en la lista de maravillas del mundo.

El Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual (Indecopi) activó su rol fiscalizador tras el cierre del aeropuerto. Exigió a aerolíneas y operadores turísticos información oportuna, reprogramaciones sin penalidades y canales de atención activos. Sin embargo, numerosos pasajeros denunciaron información tardía y atención deficiente.

El problema de fondo es estructural. El Aeropuerto Internacional de Chinchero, llamado a reemplazar al Velasco Astete, registra apenas un 33 % de avance a junio de 2025, según Transparencia Económica. Los retrasos se deben a trabas logísticas y ambientales, pese a las promesas del Ministerio de Transportes y Comunicaciones de concluirlo en 2026.

Mientras Cusco depende de un aeropuerto obsoleto y vulnerable, su principal fuente de ingresos sigue en riesgo. La ineficiencia estatal no solo indigna, sino que pone en entredicho la gestión pública en una de las regiones más emblemáticas del país.

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