Sur tendrá 11 mil millones de soles en 2026, pero 70% irá a pago de planillas


El sur recibirá en 2026 un presupuesto que crece en montos, pero no necesariamente en impacto. El Proyecto de Presupuesto General de la República asigna S/ 11.586 millones entre Arequipa, Moquegua, Tacna, Cusco y Puno, lo que significa un aumento de 8,6% respecto al 2025. Sin embargo, más del 70% de estos fondos se dirigirá a gastos corrientes, principalmente planillas y obligaciones sociales, mientras la inversión en obras queda relegada a poco más de S/ 3.700 millones.
El desequilibrio económico es evidente. En Arequipa, el 64% del presupuesto se orienta a sueldos y apenas un 22% a proyectos; en Moquegua, el 70% se va a la burocracia y un 22% a inversión; en Tacna, el 75% a personal y el 18% a obras; en Cusco, el 72% a gastos corrientes y 26% a infraestructura; y en Puno, el 76% a planillas frente al 24% para obras. En conjunto, se trata de más de S/ 8.000 millones destinados al aparato administrativo, cuando aún persisten desigualdades en salud, educación y conectividad.
500 obras paralizadas en el sur, pero presupuesto 2026 no las prioriza
La ejecución de proyectos tampoco da señales alentadoras. En lo que va del 2025, Arequipa y Cusco destacan con avances cercanos al 70% y 80% en inversión, pero Moquegua y Puno no superan el 50%. En paralelo, la Contraloría General de la República advierte que la macrorregión sur acumula más de 500 obras paralizadas por un total de S/ 6.000 millones. Entre ellas están la ampliación del Puerto de Mollendo en Arequipa, que solo tiene un avance al 45% pese a contar con un presupuesto de S/ 1.200 millones; además otras 146 obras paralizadas por S/ 2.500 millones. En Tacna, el Corredor Vial Bioceánico frenado por la inacción estatal en 33 proyectos complementarios para su desarrollo. En Cusco, el gasoducto regional, con una inversión cercana a los S/ 1.000 millones, que para su reactivación acaparará la mayor partida económica del 2026, sin embargo, su ejecución no compensa las 150 obras detenidas en dicha región sureña. Y, en Puno, hay más de 150 iniciativas de saneamiento y transporte con 0% de avance.
Pese a que el diagnóstico del Índice de Competitividad Regional 2025, elaborado por el Instituto Peruano de Economía, ubica a las regiones del sur en los puestos más altos: Moquegua lidera a nivel nacional, Arequipa y Tacna le siguen y se ubican en el podio, Cusco entra en el top 10; Puno cae al puesto 23, muy por debajo del promedio. El estudio revela que la informalidad laboral bordea el 80% en varias provincias de estas regiones, pero especialmente en la región altiplánica. También indica que el acceso vial rural en Puno no llega al 60% y la anemia infantil supera el 50%. Además, los logros escolares en matemáticas no alcanzan el 30%; y en seguridad ciudadana, registra la tasa más alta de victimización.
El presupuesto que debería ser una herramienta de cambio se ha convertido en un espejo de la ineficiencia: planillas infladas, obras inconclusas y promesas que caducan año tras año. El sur necesita gestión, no solo más dinero. Porque cabe recordar que el dinero del Estado no existe: existe el dinero del contribuyente, y su mal uso condena a millones a seguir esperando lo que nunca llega.