Fecha: 4 septiembre, 2025 Tipo de cambio : s/ 3.527

Presupuesto 2026 sacrifica inversión en obras para engordar la planilla estatal

El gasto en sueldos públicos crecerá 12 %, mientras que los recursos para infraestructura caen 13 %. Los contribuyentes financian un Estado cada vez más caro y menos eficiente, mientras la educación, salud y servicios básicos siguen en crisis.
Redacción Vigilante Publicado 6:53 pm, 4 septiembre, 2025

El Gobierno ha aprobado el Proyecto de Presupuesto Público 2026 por un total de S/257,562 millones, lo que significa un incremento de 2,2 % respecto al año anterior. La cifra podría sugerir disciplina fiscal, pero al revisar su composición aparece una realidad preocupante: más dinero para mantener una burocracia creciente y menos recursos para obras que el país necesita.

El gasto en personal y obligaciones sociales aumentará en 12 % entre 2025 y 2026, mientras que los fondos para inversión pública se reducirán en 13 %. Es decir, se pagarán más sueldos, pero se ejecutarán menos proyectos de infraestructura, un golpe directo a los ciudadanos que continúan enfrentando hospitales colapsados, trámites interminables, carreteras inconclusas y una educación en crisis.

Presupuesto 2026
Fuente: MEF. Elaboración propia.

 

Presupuesto 2026
Fuente: MEF. Elaboración propia.

 

Las cifras de los servicios básicos son críticas. Siete de cada diez niños no entienden lo que leen. La anemia afecta al 43,7 % de los menores entre 6 y 35 meses, un aumento de 3,6 puntos en comparación con 2019. Más de la mitad de colegios públicos del país —54,6 %— están tan deteriorados que deberían ser demolidos. Y casi el 30 % de la población sigue viviendo en pobreza.

El problema no es nuevo. En la última década (2016–2026), el presupuesto destinado a planillas estatales se disparó en 152 %. Sin embargo, este crecimiento no ha significado mejoras en los servicios públicos. A esto se suma la baja ejecución de inversiones en los tres niveles de gobierno. Los recursos para obras suelen quedar sub-ejecutados o malgastados.

El Presupuesto 2026 desnuda una contradicción estructural: el Estado prefiere sostener su propia maquinaria antes que servir al ciudadano. Con esta lógica, el Perú se aleja de la posibilidad de salir del estancamiento económico y de recuperar la confianza en sus instituciones. La prioridad debería ser clara: invertir en obras y servicios de calidad, no en mantener una burocracia cada vez más pesada y costosa.

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