Dina Boluarte y las Mypes: promesas incumplidas y una deuda pendiente

Aunque representan el 95% del tejido empresarial peruano, las Mypes siguen esperando las reformas prometidas. Durante el gobierno de Dina Boluarte se anunciaron millones en apoyo, pero los avances reales son limitados. La informalidad, la inseguridad y la burocracia siguen siendo las grandes barreras.
Redacción Vigilante Publicado 6:00 am, 29 julio, 2025

Las micro y pequeñas empresas (Mypes) representan más del 95% del tejido empresarial en el Perú. Son generadoras de empleo, dinamizadoras de economías locales y esenciales para el desarrollo nacional. Sin embargo, pese a su relevancia, siguen enfrentando serias barreras estructurales. A lo largo de los últimos años, y en particular durante la gestión de la presidenta Dina Boluarte, se han hecho reiteradas promesas de apoyo a este sector. ¿Se han cumplido?

Durante su mensaje a la Nación en 2024, Boluarte anunció un presupuesto de 304 millones de soles destinado a asegurar que las Mypes sigan siendo proveedoras de productos esenciales como indumentaria para entidades estatales y equipamiento para comedores populares. Algunas empresas lograron adjudicarse contratos con instituciones como Reniec, especialmente en la compra de uniformes. No obstante, el alcance de estas medidas ha sido limitado y no ha logrado impactar de forma estructural al sector.

En materia de seguridad, la presidenta también prometió apoyar a las Mypes frente al avance del crimen organizado. Sin embargo, según un informe de Perú21, muchas pequeñas empresas han debido gastar entre 5,000 y 6,000 soles mensuales en medidas de seguridad privada para proteger sus negocios. La situación es crítica: la Asociación de Bodegueros del Perú reporta que más de 1,000 bodegas han cerrado en lo que va del 2025, víctimas de extorsión sistemática.

Sin incentivos para la formalización

Respecto a la formalización, se anunció la creación de un procedimiento que contemplaba reformas administrativas, tributarias, laborales y previsionales. A la fecha, dicho sistema no ha sido implementado. La informalidad sigue superando el 80% a nivel nacional, siendo una barrera para el acceso a derechos básicos y a financiamiento, además de impedir la competencia en igualdad de condiciones.

Por otro lado, Boluarte presentó la iniciativa “Compras MyPerú”, con una inversión proyectada de 459 millones de soles para fortalecer la demanda de productos y servicios de las Mypes. El programa fue implementado parcialmente en sectores como metalmecánica, textil, calzado y muebles de madera. Se creó un sistema de registro para permitir su participación en concursos públicos. Pero la ejecución ha sido lenta y con barreras administrativas que dificultan el acceso real a las oportunidades anunciadas.

En noviembre de 2024, la presidenta prometió además la entrega de más de 51 millones de soles para financiar proyectos de innovación, digitalización y mejora de la calidad en 720 Mypes. Hasta ahora, esta promesa no ha sido concretada.

No más anuncios, se requiere acción

Si bien algunas iniciativas se han puesto en marcha, el balance es claro: la mayoría de promesas siguen sin traducirse en políticas públicas efectivas. Las Mypes no necesitan más anuncios; requieren reformas profundas y sostenibles que las liberen del exceso de burocracia y las ayuden a crecer.

Desde el sector privado y académico, la preocupación es compartida. En un foro organizado por el Instituto de Derechos Humanos de la USMP y la Asociación de Contribuyentes del Perú, líderes del sector concluyeron que:

  • La informalidad continúa siendo un obstáculo que restringe el acceso a financiamiento, salud y seguridad laboral.
  • Entidades como Sunafil, Indecopi y los gobiernos locales actúan muchas veces como barreras más que como promotores del emprendimiento.
  • El sistema de compras públicas está plagado de requisitos y trabas que impiden a muchas Mypes participar de forma efectiva.

Para impulsar verdaderamente a las Mypes, se requiere:

  • Una reforma tributaria que incentive la formalización sin ahogar al emprendedor.
  • Acceso real al financiamiento y estímulos tributarios para la reinversión y el crecimiento.
  • Descentralización efectiva, que permita que el apoyo llegue a las regiones más alejadas.
  • Reducción drástica de la burocracia estatal que frena la iniciativa empresarial.
  • Además, urge capacitar a los funcionarios públicos en el respeto a la libre empresa y la libre competencia, para que sean aliados en lugar de obstáculos.

Este 28 de julio, el país no necesita más discursos optimistas, sino acciones concretas que impulsen al sector que más empleo genera. Porque fortalecer a las Mypes no solo significa dinamizar la economía, sino mejorar la calidad de vida de millones de peruanos.

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