Inversión Pública en 2025: Avances limitados y desafíos estructurales persisten


Durante el primer semestre de 2025, la ejecución de la inversión pública en el Perú alcanzó los S/ 24,5 mil millones, lo que representa un incremento del 10% respecto al mismo periodo del año anterior. Sin embargo, este crecimiento no puede ocultar una realidad preocupante: el 44% de los proyectos aprobados no han iniciado su ejecución, lo que equivale a 22 mil 881 iniciativas estancadas, muchas de ellas en sectores sensibles como salud y transporte.
“El problema no es solo presupuestal, sino profundamente institucional. Existe una brecha en la capacidad operativa, especialmente en gobiernos subnacionales”, afirma Carolina Gómez, especialista en gestión pública del Instituto Peruano de Economía (IPE). El resultado de una mal llamada descentralización que no dio capacidades sino solo recursos.
Gobiernos locales: con más recursos, pero baja capacidad de ejecución
El Presupuesto Institucional Modificado (PIM) para la inversión pública en 2025 asciende a S/ 65.745 millones. De este total, el 39% está en manos de los gobiernos locales, que manejan S/ 25.782 millones. No obstante, a junio de este año solo han ejecutado el 31.4% de su presupuesto, muy por debajo del promedio nacional del 37%.
“Hay una desconexión entre la asignación de recursos y la capacidad real de los gobiernos locales para ejecutar. Se requiere asistencia técnica urgente”, señaló Luis Arce, economista del Consejo Privado de Competitividad.
El panorama es especialmente preocupante en regiones como Puno, donde el proyecto del Hospital Juan de Dios de Ayaviri —valorado en más de S/ 15 millones— no ha ejecutado ni un sol, pese a que la anemia infantil afecta a 7 de cada 10 niños en la zona.
Desigualdad en la ejecución por niveles de gobierno
El gobierno nacional muestra un mejor desempeño relativo: ha ejecutado el 44% de su presupuesto para inversión pública (S/ 10.800 millones de S/ 24.632 millones), con un crecimiento interanual del 16%. Sin embargo, sectores clave como salud y transporte aún enfrentan cuellos de botella, con múltiples proyectos paralizados.
A nivel regional, la situación también es crítica. Solo se ha ejecutado el 37% de los S/ 15.330 millones asignados, y regiones como Huánuco (22.5%), Callao (26.5%) y Áncash (27%) figuran entre las de peor desempeño, según datos del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) a julio de 2025.
Además, 3 mil 652 proyectos identificados como críticos no cuentan con continuidad presupuestal. Estos, con avances financieros entre el 10% y el 85%, representan un riesgo de pérdida de recursos y de impacto negativo en el desarrollo regional.
“El gran problema es la planificación fragmentada. No se garantiza la sostenibilidad financiera de los proyectos, lo que genera retrasos e incluso abandonos”, advierte Fiorella Ayala, consultora en políticas públicas.
Una inversión que no llega a tiempo
La baja ejecución en sectores prioritarios como salud, educación y seguridad, y el elevado número de proyectos sin avances evidencian las limitaciones estructurales del sistema de inversión pública. Estas deficiencias afectan directamente la capacidad del Estado para cerrar brechas sociales, mejorar la infraestructura crítica y responder a las necesidades urgentes de la población.
La falta de continuidad presupuestal, la escasa coordinación entre niveles de gobierno y la limitada asistencia técnica amenazan con seguir ralentizando el desarrollo nacional. “No basta con asignar presupuesto; se necesita fortalecer capacidades y establecer mecanismos de seguimiento efectivos”, concluye Carolina Gómez del IPE. Mientras tanto, miles de obras siguen en espera y millones de peruanos, especialmente en zonas rurales, continúan sin acceso a servicios básicos de calidad.