Fecha: 1 abril, 2025 Tipo de cambio : s/ 3.66

¿Masificación de Gas natural o monopolio disfrazado?: La polémica detrás de la “tarifa única” y la adenda de Cálidda

El 97% de la distribución de gas natural en el Perú estaría en manos de dos empresas colombianas socias de Cálidda: PROMIGAS y Grupo Energía Bogotá. Ahora, buscan ampliar su dominio con una adenda y un esquema de subsidios que podría beneficiar a grandes industrias a costa de los consumidores peruanos. ¿Estamos ante un impulso a la masificación o el intento de consolidar un monopolio?
Gabriela Llontop Publicado 9:25 am, 28 marzo, 2025

En Perú, el 97% de la propiedad de las empresas distribuidoras de gas natural está en manos de dos empresas colombianas socias de Cálidda: PROMIGAS y Grupo Energía Bogotá. Nadie duda que ambas compañías ejecutaron un arduo trabajo para masificar el gas natural a nivel nacional, no obstante, la presentación de una adenda y el rotundo rechazo del Poder Ejecutivo para promulgar una Ley que permitiría distribuir aún más este recurso parece revelar que ambas firmas extranjeras intentarían voltear el tablero.

Se presume de dos movimientos sospechosos. El primero, al cual denominaron  “tarifa única”, y el segundo, una adenda al contrato de Cálidda para extender su concesión por 10 años más en Lima y Callao.

LA FAMOSA TARIFA UNICA

¿Qué significa “tarifa única”? Según las distribuidoras colombianas, el Estado Peruano debería subsidiar el precio del gas natural a todas las empresas fuera de Lima, incluso, las plantas industriales de minería, pesca u otros. El argumento se basa en que si se subsidia a las grandes industrias, su consumo sería tan alto que las empresas distribuidoras tendrían más ingresos para poder luego invertir en más redes y ductos de este recurso. Es decir, más ingresos para invertir. Pero, ¿es esto cierto?

Para que este dinero llene la bolsa de inversión que proponen ambas compañías, primero se debe aumentar la tarifa del gas natural en Lima y Callao. Se estima que el 75% del dinero extra recaudado servirá para subsidiar a las grandes empresas debido a su volumen de consumo, mientras que solo el 25% irá a los negocios locales. Este no era el plan.

Por otro lado, el  99% de quienes necesitan subsidio consumen menos de 50,000m3 de gas natural al mes. Esto equivale a más de 2,700 balones de gas. Esto hace referencia a que, con un tope al subsidio hasta los 50,000m3, ya se estaría ayudando a quienes realmente lo necesitan: pequeñas y medianas industrias, comercios y hogares.

Desde hace varios años aún se espera que las promesas de inversión de las empresas colombianas se cumplan, ¿por qué esta vez sería diferente? Cabe mencionar que los ductos de distribución que tenemos actualmente en el país son gracias al Estado, a través del Fondo de inclusión social energético (FISE). Si el Estado es capaz de cumplir esta función, ¿realmente es necesario que empresas como Cálidda, PROMIGAS o Grupo Energía Bogotá intervengan?

ADENDA DE CALIDDA

Cálidda está empujando una adenda para la extensión de su contrato y una ampliación de su concesión. Si el Estado aprueba dicha solicitud, esta empresa podría tener ganancias extraordinarias de US$1,000 millones, pero invertir muy poco en infraestructura. Si la empresa tuviera bajo su poder más del 80% del mercado peruano de gas natural, esto también indicaría que se crearía una suerte de monopolio, un mecanismo inconstitucional estipulado por la Constitución Política del Perú.

Para el presidente de la Asociación de Contribuyentes del Perú, José Ignacio Beteta, si las empresas colombianas desean participar del proceso de masificación de gas natural, “éstas deben competir, seguir operando y tener mejores condiciones para crecer. Han hecho un gran trabajo ya, pero no pueden convertirse en un monopolio que no es natural y que vende cuentos que no se harán realidad”.

Gabriela Llontop Periodista y redactora

COMPARTIR NOTICIA