Minería informal e ilegal: diferencias y similitudes en el contexto peruano
La minería es una de las actividades económicas más importantes para el país, debido a que genera un impacto positivo a favor del PBI y la recaudación fiscal. Solo por concepto de canon minero y regalías, el Perú recaudó S/7,021 millones hasta julio de 2024. Sin embargo, las actividades ilegales e informales en este sector generan un impacto negativo para el país.
Existen dos diferencias entre ambos rubros. Desde lo normativo, los mineros ilegales no cuentan con autorización del Ministerio de Energía y Minas (Minem) y demás entidades competentes para realizar la actividad y, además, están fuera del proceso de formalización. Desde el plano operativo, los ilegales realizan actividades mineras en zonas prohibidas (riberas, ríos, lagunas, cabeceras de cuenca, entre otras) y emplean herramientas mecanizadas y de succión prohibidas por la ley.
En cambio, la minería informal o en vías de formalización, regulada por el Decreto Legislativo N° 1336 y 1105, se refiere a aquellas actividades mineras que aún no han cumplido con todos los requisitos legales para funcionar. Los mineros informales están inscritos en el Registro Integral de Formalización Minera (REINFO) y pagan tributos adaptados a su proceso de formalización. Si bien no pagan directamente el canon minero, sus aportes sí se consideran en el cálculo.
FORMALIZACIÓN SI, MINERÍA ILEGAL NO
Pese a los esfuerzos, el REINFO demostró no ser eficiente para cumplir con los objetivos de formalización minera, debido a los innumerables trámites burocráticos. Pese a ello, es importante reconocer que la actividad minera informal y/o artesanal aún tiene oportunidad de trabajar bajo los regímenes establecidos por Ley. No obstante, es la minería ilegal la que representa un mayor peligro.
La extracción de oro ilegal sigue creciendo en Perú. Mientras que la producción de oro formal ha mostrado un notable dinamismo en los últimos años con un aumento del 22.1% al cierre del primer trimestre de 2024 en comparación con el similar periodo de 2023, lo cierto es que, según el informe de la OEA, entre 2015 y 2019, casi el 70% de las exportaciones de oro en Perú no fueron registradas, lo que apunta a la actividad ilegal o informal.
El gerente general del IPE, Carlos Gallardo, reveló que en el 2023, el volumen exportado de oro ilegal alcanzó las 77 toneladas. El análisis de la referida institución también evidenció que, en el 2023, del total del oro que exportan los países de la región, el 45% proviene del Perú. De este total, el 44% sale a través de canales ilegales. Es decir, Perú es el país que más contribuye con la venta internacional de este recurso.