Bolivia en crisis: reservas agotadas ante la inadecuada gestión del gobierno
El éxodo boliviano podría ser una realidad ante la profunda crisis económica, política y social que enfrenta el país altiplánico. La inadecuada gestión del gas natural por parte del gobierno socialista provocó que la producción de este recurso registre una caída de 45% entre 2014 y 2023, lo cual también disminuyó la capacidad de inversión en el territorio ante la falta de divisas. En 2014, Bolivia registró US$15,000 millones en reservas internacionales, pero, a mayo de 2024, esta cifra se redujo a US$1,700 millones.
En 2006, la gestión de Evo Morales, expresidente y líder del Movimiento Al Socialismo, nacionalizó el gas natural con la intención de el Estado concentre el poder total sobre su producción y distribución. Si bien entre 2008 y 2015 se presentaron una serie de proyectos de inversión, la estrategia del gobierno de turno no logró cumplir las expectativas para atraer la inversión privada y así explorar y desarrollar nuevos yacimientos.
A esto se suman los 11 años de déficit fiscal. Tal y como mencionó el economista boliviano Antonio Saravia, “cuando tienen déficit tan grande por tanto tiempo, te empiezas a comer las reservas”, lo cual es sumamente perjudicial en un contexto donde no hay recursos suficientes para vender. “El gasto es lo que causa todo este descalabro, pues en 11 años de déficit fiscal no hay país que aguante. El país tendrá que ajustarse los cinturones y vamos a tener que dejar de gastar. Eso involucra medidas difíciles como eliminar el subsidio a los carburantes”, sentenció.
Por su parte, el análisis de la economista principal de la Asociación de Contribuyentes del Perú, Camila Costa, menciona que la crisis del sector gasfitero, aquel que era considerado la “gallina de huevos de oro” del país, desató una serie de problemas económicos durante la última década. Si bien el Banco Central de Bolivia intentó mantener un tipo de cambio estable, lo cierto es que sus reservas internacionales registraron un agotamiento peligroso. “La escasez de dólares ha generado incertidumbre en el mercado, aumentando la demanda y creando tensiones en la economía local. Los negocios que dependen de las importaciones tienen una situación muy complicada ya que sus costos se han disparado”, indicó.
En este sentido, la especialista concluyó que “la crisis actual en Bolivia es el resultado de años de decisiones erróneas, principalmente la estatización de la industria de hidrocarburos y falta de inversión privada. El colapso del sector gasífero ha expuesto la fragilidad de un modelo económico basado en un recurso finito administrado por el Estado, nuevamente vemos un caso donde el Estado empresario fracasa”.