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2,500 trabajadores en riesgo ante posible cierre de Tamshi por denuncias calumniosas

TAMSHI, empresa productora de cacao, es el foco de innumerables denuncias calumniosas por parte de la líder ambientalista Lucila Pautrat. Si el hostigamiento judicial prospera, es posible que el fundo cierre sus puertas. Este desenlace perjudicaría a alrededor de 2,500 trabajadores del distrito de Tamshiyacu, debido a que la compañía mueve el 90% de la economía local.
Redacción Vigilante Publicado 2:20 pm, 6 Mayo, 2024

Tras una serie de denuncias calumniosas en contra de la empresa productora de cacao en Loreto, TAMSHI, por parte de la ambientalista Lucila Pautrat, presidenta de la ONG Kené, los productores de cacao de la comunidad de Tamshiyacu se encuentran preocupados ante el posible cierre del fundo si las autoridades no frenan el hostigamiento judicial y ceden ante las presuntas irregularidades que mueven este caso. Cabe precisar que la producción cacaotera de la zona es el sustento económico de aproximadamente 2,500 personas y representa el 90% del movimiento económico del distrito.

Ante las supuestas arbitrariedades registradas, Vigilante.pe conversó con dos productores de cacao que venden sus cultivos a TAMSHI, Segundo Huaycama e Imelda Rasma, para conocer cómo este entramado judicial afecta su día a día. Ambos trabajadores del agro aseguraron que se sienten insatisfechos ante la inacción del Estado para frenar el acoso, debido a que podría evitar que continuen comercializando sus productos con una compañía formal, misma que, según mencionan, “ha cambiado nuestra vida y la economía”.

DEL PAN LLEVAR A LA INDUSTRIA FORMAL

Segundo Huaycama es un productor de cacao que, en el pasado, intentó cultivar sacha inchi sin éxito. Si bien las autoridades de su comunidad ofrecieron beneficios y apoyo económico para quienes apostaron por la producción de este fruto, lo cierto es que, tras la plantación y cosecha, los encargados del proyectos comunicaron que no existia un mercado viable para hacer realidad la comercialización del volumen producido. Esto, según narra el agricultor, lo dejó endeudado con casi S/11,000.

“Aparte del apoyo (social), la empresa nos compra la semilla de cacao. Cada quince días, nosotros vendemos la semilla del cacao. Eso quiere decir que nosotros tenemos un mercado asegurado. No es como (en el pasado), habia proyectos del gobierno como el sacha inchi. Yo trabajé en ese proyecto y me he quedado endeudado con casi S/11,000. ¿Por qué? Porque no tenía mercado, era política nomás”.

El trabajador del agro se mostró incómodo por las constantes denuncias que Pautrat Oyarzún interpuso contra TAMSHI, debido a que teme perder su inversión en sus campos de cultivo. Recordó que él trabajó por muchos años mediante el mecanismo de cultivo de pan llevar; es decir, que solo producía pequeñas cantidades para contar con bajos ingresos que le permitan pagar por su alimentos del día. Ahora, genera alrededor de S/4,500 cada quincena, pues vende un promedio de 25 baldes de cacao a la empresa.

PROGRESO A LA MEDIDA

Imelda Rasma es una agricultora que, gracias a sus cultivos de cacao, logró financiar los estudios de sus menores hijos. En sus palabras, ahora les ofrece una mejor calidad de vida a la que ella pudo acceder hace muchos años. Por este motivo, se muestra agradecida con el trabajo conjunto que lleva junto a TAMSHI, debido a que, sin las compras quincenales de sus productos, su familia no tendría el sustento necesario para vivir. En este sentido, exhorta a las autoridades competentes a hacer justicia y no permitir más arbitrariedades durante el proceso judicial.

“Nosotros como productores, sembramos plátano, yuca, maíz, arroz y el cacao, que vendo a la empresa. Con ese dinero estoy haciendo estudiar a mis hijos, me sirve de mucho (ese dinero). Yo le sugiero que haga justicia. No es justo lo que esa señora (Lucila Pautrat) viene haciendo. Nosotros venimos en apoyo a la empresa, porque la empresa nos apoya bastante a nosotros. Bastante desarrollo hay en el pueblo. (…) Si no estaría esa empresa, ¿qué sería del pueblo? Estariamos en peores condiciones”.

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