«Tercera Toma de Lima»: entre pedidos para liberar al golpista Pedro Castillo y el fracaso de convocatoria
La movilización denominada, por un sector radical de organizaciones y dirigentes de izquierda, como la “Toma de Lima” inició su recorrido por las calles de la capital alrededor de las 4:30 de la tarde entre rostros desencajados y comentarios que advertían de la falta de personas en la marcha. “Ya van a llegar”, se decían entre los mismos manifestantes que se organizaron en la Plaza Dos de Mayo. El pasar de las horas solo revelaría que la convocatoria no iba a tener impacto. Según estimaciones de algunos medios, hubo alrededor de 21 000 personas a nivel nacional, cifra lejana a la «masividad» con la que algunos dirigentes pro Castillo anunciaban.
Vigilante.pe estuvo en el centro de la concentración y consultó a los participantes cuál era su principal exigencia en la marcha. De todos ellos, la mayoría explicó que participaban con la finalidad de exigir la liberación de Pedro Castillo del “secuestro” del que era víctima, el cierre del Congreso y la salida de Dina Boluarte. El pedido de una Asamblea Constituyente no era un reclamo mayor, según explicaron los propios manifestantes.
A las 4:30 de la tarde inició el recorrido que estuvo encabezado por la Coordinadora Nacional Unitaria de Lucha (CNUL). Este grupo, aunque días antes de la marcha exigían la reincorporación de Castillo en la Presidencia, evitó en todo momento mencionarlo. Por el contrario, ante la consulta de Vigilante.pe aseguraron que tenían como únicas exigencias la renuncia de la presidenta Boluarte, el cierre del Congreso y una Asamblea Constituyente.
Atrás, le seguían diversas organizaciones, ente las cuales se notó a un grupo que portaba banderolas con el rostro del expresidente. “Que liberan al presidente Castillo y sacamos a Dina asesina”, nos comentó uno de ellos.
La manifestación tuvo su primer encuentro con la Policía en la avenida Abancay cruce con la avenida Nicolás de Piérola. A pesar del pedido explícito que la Policía hacía a los manifestantes para que no tiren objetos contra ellos, poco o nada pudieron hacer ante un grupo sustancioso de protestantes que arremetieron contra los efectivos; primero, lanzando una bombarda, y luego una gran cantidad de piedras. Minutos después, ante una tercera arremetida, Vigilante.pe pudo confirmar que desde el lado de los manifestantes lanzaron una botella con gasolina prendida con fuego, es decir, una “molotov”.
Este artefacto está hecho para prender fuego donde caiga la gasolina y, para suerte de los policías, cayó apenas unos centímetros atrás de la segunda línea de efectivos. Nadie resultó herido, pero el hecho llamó la atención de los policías dado que, según nos comentaron, no han visto que se use este tipo de cosas durante las marchas. Incluso, uno de los agredidos fue el congresista Alfredo Azurín, quien se mantuvo a varios metros de distancia para verificar el despliegue policial.
Tras romper el cordón policial, un reducido número de manifestantes llegaron al Congreso para exigir su cierre. Vigilante.pe consultó a los manifestantes que se encontraban allí sobre sus exigencias y la respuesta era que, primero, se debía liberar al expresidente y “poner a Castillo en Palacio porque solo así habrá democracia. Luego cierre del Congreso corrupto”.
Alrededor de las 8 de la noche, la marcha desapareció y se convirtió en solo algunos puntos de concentración con poca gente. Algunos permanecieron en jirón Lampa con avenida Piérola y, nuevamente, la exigencia era la liberación del “presidente Castillo” y el cierre del Congreso. Poca gente exigía una nueva Constitución.
Al finalizar la cobertura, Vigilante.pe retornó a la Plaza San Martín y continuó consultando a los presentes sobre las exigencias de la marcha. Fue recién allí donde un grupo de alrededor de 15 personas nos mencionaron que “ el pedido del pueblo es que se debe sacar a Dina asesina del cargo y convocar a nuevas elecciones”.