Protestas agravan la crisis económica en Perú
En 35 días de protestas y violentas manifestaciones, el Perú habría perdido alrededor de S/.3,200 millones por la paralización de actividades productivas. Además, el perjuicio económico estimado en el sector turismo asciende a S/.1,700 millones. ¿Quiénes son los responsables de esta crisis económica?
En 35 días de movilizaciones y actos vandálicos, el país ha perdido altas sumas de dinero por la paralización de actividades productivas a nivel nacional y por el escaso ingreso de turistas extranjeros al país.
Lamentablemente, esta situación está perjudicando seriamente a las pequeñas y medianas empresas nacionales. Asimismo, también agrava la situación de los emprendedores locales, quienes viven del comercio de sus artesanías o la oferta de servicios turísticos y gastronómicos a extranjeros y connacionales.
Hasta la fecha, información de la Sociedad Nacional de Industrias (SIN) señala que el Perú habría perdido alrededor de S/.3,200 millones durante los últimos 35 días. Esto se debe a que las operaciones de fábricas, minas y demás empresas se vieron obstaculizadas.
Del mismo modo, la Cámara Nacional de Turismo (Canatur) aseveró que la caída de ingresos en el sector asciende a S/.1,700 millones. Los cierres de aeropuertos, el bloqueo de carreteras y la inoperancia de trenes en Cusco serían las principales razones de este descenso abrupto de ganancias para un sector tan importante.
Durante estos días de conflicto, los cuales se caracterizaron por la toma y quema de fábricas, aeródromo y sedes de las principales entidades públicas del Perú, el país se ha visto seriamente afectado a nivel económico. Principalmente, cinco regiones vienen generando pérdidas diarias que ascienden a los S/.529 millones.
Cusco, Arequipa, Puno, Madre de Dios y Apurímac fueron los departamentos más golpeados por estas olas de protestas, las cuales vienen siendo organizadas por grupos radicales con el objetivo de imponer una agenda política que no beneficia en absoluto a la ciudadanía.
Recordemos que estos sectores de izquierda y/o radicales comenzaron a tomar las calles tras la vacancia del golpista Pedro Castillo, quien intentó dar un autogolpe de Estado el pasado 7 de diciembre.
El pliego de reclamos de estos grupos es extenso, sin embargo, se centra en exigencias como el adelanto de elecciones al 2023, la conformación de una Asamblea Constituyente, la liberación de Castillo Terrones y la renuncia de Dina Boluarte.
Sin lugar a dudas, los actos vandálicos cometidos por estas personas vienen causando estragos a nivel nacional y, sobre todo, en aquellas cinco regiones previamente mencionadas. Debido a las protestas violentas, el Perú ha perdido $2,642 millones en ingresos de turismo receptivo en comparación a las cifras obtenidas antes de la pandemia. Esto provocó que alrededor de 17 mil empresas quiebren y, además, reflejó que el ingreso de turistas extranjeros descendió un 59%.
¿Quiénes son los responsables de las protestas y la crisis económica?
La baja producción nacional y los bajos ingresos en el sector turismo son una respuesta directa a la violencia desmedida desatada en las calles por grupos radicales que únicamente esperan imponer una agenda política que no beneficia en absoluto a la población.
Lamentablemente, esta situación no solo perjudica a los dueños de grandes empresas del sector transporte o minero, sino que pone en riesgo los puestos laborales de decenas de peruanos que prestan servicios para estas compañías. Asimismo, perjudica el trabajo de emprendedores locales, quienes generan ganancias gracias a la venta de sus artesanías y productos.Estas violentas manifestaciones solo están generando pérdidas incalculables al país. Desgraciadamente, estas protestas y actos vandálicos que exigen una Asamblea Constituyente y la renuncia de Dina Boluarte a la presidencia son solo un suicidio económico disfrazado de “reinvidicación social”.
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