¿Nueva Constitución?¿Cuánto conocen los peruanos sobre la carta magna?
El pedido de una nueva Constitución es real, pero también existe una gran confusión y desconocimiento sobre lo que implican los cambios constitucionales. Dos encuestas realizadas en mayo y agosto de este año, por diferentes encuestadoras, reveló que un gran porcentaje de peruano no ha leído la Constitución. ¿Cómo pedir cambios sobre lo que se desconoce?
Uno de los reclamos que tienen los protestantes a nivel nacional es el cambio de Constitución. Su pedido, según explican, generarán cambios positivos para el país, sin embargo, cifras demuestran que un gran porcentaje desconoce realmente el contenido de la Carta Magna. Dos encuestas sobre la Constitución peruana, que se realizaron este año, revelaron cifras preocupantes. La primera encuesta nacional, hecha por el Instituto de Estadios Peruanos (IEP) en mayo, reveló no solo las contradicciones e inconsistencias en el país en torno a las reformas constitucionales, sino también un profundo desconocimiento de lo que es la Constitución y para qué sirve.
Esto se ratificó en una segunda encuestas hecha por CPI, entre el 6 al 8 de agosto, donde se dio cuenta que el 60% de los peruanos no ha leído la Constitución Política mientras que el 36.6% afirma haberla leído. Así, en detalle, del total de ciudadanos que no lo ha leído el 61.7% son Lima y Callao; y el 60.4% del interior del país.
Sobre la primera encuesta, la investigadora Patria Zárate, jefa del área de Estudios de Opinión Pública de IEP, explicó “que no hay una comprensión sobre lo que significa una Constitución, porque cuando preguntamos los temas que quisiera incluir o cambiar dentro de ella, una pregunta totalmente espontánea, mencionan el alza de precios, más apoyo a la agricultura, la lucha contra la delincuencia, penas hacia los corruptos”.
Por ejemplo, el estudio del IPE arrojó que mientras solo un 4% dice haber leído la Constitución por completo, un 31% quiere cambiarla toda, pero a la vez un 47% señala estar a favor de una asamblea constituyente que redacte una nueva Constitución. Tres resultados distintos para un mismo tema que reflejan, por decir lo menos, confusión.
Y entre quienes quieren cambios en la Constitución, los temas que más mencionan son educación, corrupción, salud, delincuencia, pena de muerte a violadores y penas más duras en general. “Realmente la gente tiene muchos problemas y piensan que se van a solucionar si hay una nueva Constitución, porque no saben para qué sirve. Casi todos los temas que quieren resolver se hacen con una buena gestión”, dijo Zárate.
La investigadora principal del IEP sostuvo además que es irresponsable que grupos de izquierda, como el gobierno de Perú Libre y sus aliados, insistan en una asamblea constituyente para un cambio de Constitución que agravaría la crisis política, económica y social que atraviesa el país. “Muchos de los problema se solucionarían con una gestión honesta y eficiente del gobierno”, agregó.
Recientemente, la expresidenta del Tribunal Constitucional (TC) Marianella Ledesma fue más allá y dijo en Exitosa que el tema de la constituyente es un gran distractor del gobierno para tapar su incompetencia y la vinculación del presidente Pedro Castillo con casos de corrupción. “Se recurre a invocar la asamblea constituyente como si eso va a solucionar la vida de los peruanos o mejorará los ingresos económicos o la seguridad ciudadana”, remarcó.
Una de las falacias más usadas por los grupos que promueven una constituyente es decir que quieren mejorar la salud y educación, pero la Constitución vigente ya dice, por ejemplo, que es responsabilidad del Estado “facilitar a todos el acceso equitativo a los servicios de salud”, así como garantizar “el derecho universal y progresivo de toda persona a la seguridad social”, y de “asegurar que nadie se vea impedido de recibir educación adecuada por razón de su situación económica”.
¿CUÁLES SON LOS MITOS ALREDEDOR DE LA CONSTITUYENTE?
Los aliados de Castillo afirman que necesitamos una nueva Constitución para combatir la corrupción. Sin embargo, esto es falso. Si bien la corrupción genera una pérdida de S/23 mil millones al año, esta se combate aplicando políticas públicas sólidas, transparentes y fortalecimiento los sistemas de control y justicia.
Otro argumento que utilizan es afirman que una nueva Constitución para tener mayor estabilidad política. Sí, se requieren cambios sustanciales en el tema, pero no una nueva Constitución, pues algunas reformas pueden ser un sistema bicameral, la reelección de congresistas y gobernadores, y aplicar la descentralización.
También se argumenta que una nueva constitución a garantizar el derecho a la educación. Sin embargo, hay que recordar que este derecho ya está en la Constitución y que, además, existen leyes e instituciones que tienen el fin de garantizar la calidad educativa. Así, solo hace falta una mejor gestión pública.
Por otro lado, se remarca que una nueva constitución es necesaria para cambiar el modelo económico que solo trae desigualdad. Pero esto es falso, puesto que desde 1993, la economía peruana ha crecido un promedio anual de 4.8% y desde el 2006 la desigualdad disminuyó constantemente hasta llegar a 41.5%, según INEI.
Otro punto que se trata de impulsar con una nueva constitución es “combatir monopolio”, pero el artículo 61 de la Constitución ya establece que no están autorizados los monopolios. “El Estado facilita y vigila la libre competencia. Combate toda práctica que la limite y el abuso de posiciones dominantes o monopólicas”, detalla el documento.
Finalmente, basta darle una mirada a Venezuela y recordar cómo una asamblea constituyente derivó en un régimen autoritario que ha causado una de las crisis migratorias y de derechos humanos más graves de la historia reciente.