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Los riesgos del nuevo código laboral: más informalidad y menos empleo

Redacción Vigilante Publicado 4:32 pm, 20 abril, 2022

Diversos gremios y especialistas alertan de las consecuencias de restringir contratos temporales y encarecer despidos, como plantea el anteproyecto de ley del Ministerio de Trabajo, que aún no ha sido consensuado con trabajadores ni empleadores como corresponde.

El empleo adecuado cayó 15% en Perú y se ha perdido una década de formalización. (GEC)

Se encienden las alarmas otra vez. El anteproyecto del Código de Trabajo que promueve la cuestionada ministra de Trabajo, Betssy Chávez, ha despertado gran preocupación en el país porque propone cambios en la legislación laboral que afectarían la generación de empleo y agravaría la informalidad en el país, coinciden diversos expertos.

El anteproyecto, que se publicó el 13 de abril último en un boletín extraordinario de El Peruano para recibir comentarios y sugerencias en los siguientes 20 días, tampoco ha sido consensuado entre el sector privado y los trabajadores que ya habían logrado acuerdos en el 85% de temas relacionados a la propuesta de Ley General de Trabajo.

Por ello, un primer pedido de los gremios empresariales es que la propuesta sea sometida a debate en el Consejo Nacional del Trabajo (CNT), instancia donde están representados los trabajadores, empleadores y el Estado, y en la que se aprueban bajo consenso los cambios al régimen laboral. Fuentes del Ministerio de Trabajo señalan que esto sucedería en los próximos días.

¿Qué plantea el nuevo código laboral de Betssy Chávez?

Entre otros cambios, propone reducir los contratos laborales de nueve tipos a seis; bajar la duración máxima de contratos de cinco años a dos, y elevar la indemnización por despido de un límite de 12 sueldos a 1.5 sueldos por año sin ningún tope.

Todas estas medidas elevarían los costos laborales y harían más rígidas las contrataciones, lo que traería menos trabajo y más informalidad, que ya está en un nivel récord de 77% en el Perú, a lo que se suma que el empleo adecuado cayó 15% en el país, comparado con niveles previos a la pandemia.

“Las restricciones en la contratación y mayores costos de desvinculación empujan a las empresas a no contratar personal formalmente. El problema está en que se va a generar mayor informalidad laboral por estímulo de la propia ley”, advierte Ricardo Herrera, abogado laboralista.

Precisamente, diversos estudios y la evidencia empírica señalan que uno de los principales factores que generan informalidad en el Perú es la legislación laboral, que es una de las más rígidas del mundo, además de la baja productividad.

¿Qué posibles consecuencias se podrían dar?

Además de mayor informalidad laboral, también podría provocar despidos o precarizar las condiciones laborales, más aún si se tiene en cuenta que el 80% de personas con empleo en Perú tiene contratos temporales.

El mayor impacto podría verse en las microempresas, que representan el 94% del universo empresarial. “En el país se legisla en materia tributaria y laboral pensando que todas las empresas son grandes y formales, pero la realidad es muy distinta (…) se sigue legislando para una minoría y con ello los que están fuera del sistema no puedan gozar de protección laboral y un contrato de trabajo”, sostiene Oscar Caipo, presidente de Confiep.

Las medidas propuestas por el MTPE afectan también aún más las condiciones para atraer inversión, que es la que paga impuestos y genera trabajo formal, en un contexto de alza generalizada de costos (petróleo, insumos alimenticios, fertilizantes), que si bien es un fenómeno global, la mala gestión del Gobierno agrava el impacto negativo sobre la economía nacional.

¿Hay una recuperación real del empleo en Perú?

El MTPE hace poco resaltada que el nivel de empleo en el país está cerca de alcanzar su nivel prepandemia, pero eso no es del todo cierto, porque si bien hay una recuperación, esta se debe principalmente a que la gente tiene que salir a trabajar y lo está haciendo en lo que encuentra, porque no tiene ningún tipo de protección social ni ayuda que le permita sobrevivir desempleada.

Por eso hay más informalidad en las calles, como confirman los datos. De hecho, el empleo formal está en su peor momento desde el 2012. “Hemos perdido una década de formalización”, apunta en Bloomberg Miguel Jaramillo, investigador principal de Grade.

A ello se suma que el MTPE subió por decreto el sueldo mínimo, de S/ 930 a S/1.025, pero sin sustento técnico, porque es una medida que beneficiará a solo una pequeña minoría que tiene beneficios laborales (4% de trabajadores), y más bien desalentará la contratación formal. Los mismo sucede con las restricciones a la tercerización laboral que impuso el despacho de la ministra Chávez.

“Difícilmente puedes decir que estamos en una buena situación en el mercado laboral. No sé qué están pensando en el Ministerio de Trabajo”, agrega Jaramillo. “La probabilidad que un joven consiga empleo formal en el Perú, que ya es ridículamente baja, sería aún más difícil”, alerta el economista.

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