100 años del Banco Central de Reserva, 1 año de incertidumbre

Perú fue el primer país en tener un Banco Central de Reserva (gobierno de Leguía, misión Kemmerer, 1919-1931) y hasta hoy es uno de los mejores de la región.

Julio Velarde ha sido premiado varias veces y aunque el ciudadano de a pie no se dé cuenta, la independencia y solidez de nuestro BCR ha hecho que accedamos a créditos internacionales, crezcan nuestras reservas, afrontemos con cierta holgura la pandemia (a pesar de la ineptitud de nuestros políticos de turno) y el sistema financiero se mantenga firme.

Y felizmente, 100 años de solidez no pueden ser (aún) samaqueados por 1 año de incertidumbre. En una reciente entrevista para El Comercio, Velarde afirmó “Creo que no son conscientes a veces o no les importa, del efecto que tienen algunas declaraciones…” en referencia a los diversos momentos en los que el presidente Castillo, sus primeros ministros, ministros y personajes allegados han tocado temas sensibles como la Asamblea Constituyente, el control de precios, subir impuestos, o incluso manipular el directorio del mismo Banco Central peruano.

Para Velarde, la invasión de Ucrania no golpeará al país de manera intensa por el momento. Lo que sí nos golpea son los problemas de gestión del actual gobierno.

“No se ha producido todavía un evento tan grave que lleve a una contracción de la economía. Lo que estábamos teniendo es una ralentización del crecimiento (…) En el 2021, en gran medida por la incertidumbre política, este crecimiento se ha ralentizado. La inversión privada el año pasado creció casi 40%, pero en el último trimestre ya creció menos de 3%. Casi todo el criterio de inversión privada se dio en el primer semestre. La inversión pública, que estaba creciendo desde octubre de 2020 -el último mes de Toni Alva-, está cayendo los últimos cinco meses. Es decir, hay componentes, algunos que no tienen que ver con la incertidumbre, sino con el manejo, con la gestión pública misma”.

Julio Velarde

En la medida en que el gobierno no tenga un rumbo claro institucional, político y económico, el país tendrá las bases para crecer, pero no crecerá, porque los indicadores macroeconómicos y la estabilidad financiera y monetaria son solo los cimientos. Y los cimientos no hacen la casa. La casa se construye con el buen uso del dinero de los contribuyentes.

Más allá de la situación actual, siempre es bueno celebrar 100 años de una institución que ha sabido mantenerse autónoma, independiente y firme a lo largo de todo este tiempo, algo que debemos agradecerle a nuestros anteriores presidentes, y también al actual.