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Fecha: 21 noviembre, 2024 Tipo de cambio : s/ 3.792

¿Realmente se puede vender el «avión presidencial»?

Redacción Vigilante Publicado 3:06 pm, 12 noviembre, 2021

Durante el anuncio de su balance de cuentas por sus primeros 100 días de gobierno, el presidente Pedro Castillo anunció la venta del llamado «avión presidencial» para así otorgar dichos fondos al sector salud y educación.

El pasado miércoles 10 de noviembre, Pedro Castillo arribó hacia la ciudad de Ayacucho para dirigir un evento en la plaza de armas. El motivo específico: explicar sobres sus primeros 100 días como presidente. El balance de cuentas se centró en temas como el aumento del sueldo mínimo, el regreso a clases para el año lectivo 2022, la vacunación a la población objetivo y, también, se anunció que el avión presidencial iba a ponerse en venta. Este último punto causó asombro en la ciudadanía por la diferencia de opiniones. Ante ello, surgió la interrogante, ¿es verdad que se puede poner en venta dicha aeronave?

Todo sobre el «avión presidencial»

El mejor conocido como «avión presidencial», es una aeronave de modelo Boeing 737-528 con capacidad para 70 pasajeros y vuela con una tripulación conformada por dos pilotos, dos ingenieros de vuelo y dos azafatas. Cuenta con una cabina especial con 7 asientos y un baño propio incorporado, además, según un informe del programa «Sin Medias Tintas», también posee un espacio con asientos ejecutivos dirigido a autoridades o personas relacionadas estrechamente con el medio político. Su autonomía de vuelo es de seis horas, sin embargo, por reglamentación internacional y protocolos de seguridad, tan solo vuelva durante cinco.

Una de sus funciones principales de esta aeronave es trasladar al presidente de la República cuando este lo necesite, por supuesto, mediante una previa solicitud. Sin embargo, pese a que el jefe de Estado de turno pueda disponer del avión para dirigirse a otras regiones del país o, incluso, para volar fuera del territorio nacional, éste no le pertenece en absoluto. Pues, así como expresa su placa FAP – 356, el dueño legítimo es la Fuerza Aérea del Perú.

Este Boeing fue adquirido durante el gobierno de Alberto Fujimori, específicamente en el año 1995. Según informaron las autoridades, el costo total suponía una suma de alrededor de $25 millones de dólares. En el periodo de gobierno de Alan García Pérez, se intentó vender la aeronave hasta en dos oportunidades, esto con motivo de redistribuir el dinero de la venta a la construcción de un nuevo Hospital para niños. El primer anuncio se hizo el 16 de febrero de 2007, en donde el mandatario explicó que el motivo de la decisión se debe a los gastos que representa y que, además, lo considera un símbolo de frivolidad. Esto por las críticas que recibió la nave en el gobierno de Alejandro Toledo, mismo periodo en la que se le bautizó como «avión parrandero». Meses más tarde, la segunda vez que García Pérez se refirió sobre el tema fue en su mensaje a la nación el 28 de julio, en donde precisaba que el avión iba a rematarse en subasta por un monto de $15 millones, pero de igual manera no pudo venderse.

¿Se puede vender un avión de propiedad del Estado?

Como ya se ha precisado en líneas anteriores, este vehículo aeronáutico le pertenece a la Fuerza Aérea, es decir, es propiedad del Estado peruano. Por lo que, para que pueda ser puesto en venta, debe cumplir con diferentes requerimientos expresados en la Directiva General N°026-2010/MINDEF/VDR, asimismo, dicho proceso debe llevarse a cabo mediante una subasta. En el excepcional caso de que este o cualquier bien estatal tenga un posible comprador directo y de índole particular, la venta deberá hacerse efectiva y publicada por un Decreto Supremo previamente refrendado por una votación con resultado aprobatorio por parte del Consejo de Ministros.

Ante el hecho, diario El Comercio conversó con el excomandante de la FAP Rodolfo García Esquerre, mismo que indicó que no existía causal probatoria para subastar dicho avión, porque no se cumplía con ninguna de las condiciones de la Directiva General. Del mismo modo, hizo hincapié en el uso que tiene esta aeronave durante desastres naturales o circunstancias de diversa naturaleza. Recordó también que, en los inicio de la pandemia en el 2020, fue este mismo aeroplano el encargado de transportar a personas infectadas por el covid-19 desde Iquitos hasta Lima, además que también se usó para surtir de medicamentos a diversas regiones.

«Por ejemplo, si existe un estado de excedencia, pero en esta situación no se cumple, porque no tenemos aviones en exceso; o si se encuentra en calidad de chatarra, tampoco se cumple; que el costo de mantenimiento no sea mayor al de reparación y que no esté siniestrado«.”

Por otro lado, el también excomandante FAP Javier Ramírez Guillén junto a García Esquerre, estimaron que si se llegase a vender la aeronave, esta tan solo podría subastarse por un monto no mayor a los $3 millones de dólares, puesto que la industria de la aviación se vio afectada significativamente por la pandemia. Por ello, consideran también que, de hacerlo, se estaría malbaratando el avión. Del mismo modo, ambos recordaron el Plan Quiñones, mismo que busca que la flota de aeronaves de la Fuerza Aérea sea más grande, cosa que no podría suceder si el avión presidencial es puesto a la venta. Porque así, el Perú se quedaría con tan solo dos aviones de menor capacidad, tales como el Boeing 737-200 y, el próximo a arribar a suelo nacional, el Boeing 736-300, este último fue adquirido de segunda mano.

De igual manera, la medida del presidente ha sido vista como un acto populista. Por ello, el ex titular de la cartera de Defensa, Walter Martos expresó que el monto que pretende adquirir de la venta de la aeronave no es significativo para el fin que pretende otorgarle. Es necesario recordar que, durante el discurso de balance de cuentas, Castillo Terrones anunció que el dinero sería destinado al sector salud y educación.

“El monto que se obtendría no es importante. Que el presidente diga que lo va a dirigir para la educación y salud, es un acto populista y una falta de conocimiento de su parte sobre la operatividad de la FAP».”

En comparación con países de la región

Aparentemente, la venta de los aviones presidenciales no es un tema de exclusividad del gobierno peruano. Sino que, en países como Argentina o Ecuador también se han intentado efectuar dichas ventas. El caso más resonado es el de México, país en donde su gobernante anunció que tanto su avión presidencial como otros vehículos aeronáuticos (también de propiedad estatal) iban a ofertarse al mercado. El motivo de esta iniciativa del presidente Andrés López Obrador, surgió luego de que asegurara que estos fueron usado por políticos corruptos. El anuncio del gobernante mexicano se hizo en el 2018, sin embargo, hasta el momento, la nave aún es propiedad de la tierra de los tacos. Esto incluso luego de que existieran diversos rumores y, memes por medio las redes sociales, de que el aeroplano iba a ser rifado.

Por otro lado, en el caso de Argentina, el avión «Tango 01» se intentó vender sin éxito en el 2000. De igual manera ocurrió con el Legacy EMB-135 BJ de Ecuador hace algunos meses atrás. No obstante, amos son dos claros ejemplos del poco y/o nulo éxito de la venta de este tipo de aviones del gobierno.

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