Masificación del gas: anuncios avanzan, reglas siguen pendientes

El Ministerio de Energía y Minas (Minem) informó que el Gobierno impulsa un proyecto para masificar el gas natural en siete regiones del centro y sur del país. La iniciativa, que busca beneficiar a más de 300 mil familias en 15 localidades, se anuncia en un contexto marcado por vacíos normativos aún no resueltos y por cuestionamientos sobre el rol que tendrán los subsidios públicos en su implementación.

Según el Minem, el proyecto apunta a llevar gas natural a regiones como Ayacucho, Apurímac, Cusco, Huancavelica, Junín, Puno y Ucayali. El ministro Luis Bravo De la Cruz señaló que la ejecución del plan es una prioridad del Ejecutivo y que se viene trabajando de manera coordinada con el Ministerio de Economía y Finanzas, Osinergmin, ProInversión y la Contraloría General de la República.

Para ampliar la cobertura del servicio, el Gobierno ha optado por una adenda al contrato de la empresa Cálidda, actual concesionaria de la distribución de gas natural en Lima y Callao. Esta modificación contractual permitiría extender la operación de la empresa a nuevas regiones sin iniciar un nuevo proceso de concesión, con el argumento de acelerar la llegada del gas natural fuera de la capital.

No obstante, este mecanismo vuelve a abrir un debate de fondo sobre la concentración del mercado y la ausencia de competencia en la distribución del gas natural. A ello se suma la falta de claridad sobre cómo se aplicará la ley de masificación y qué rol cumplirán herramientas de subsidio como el Fondo de Inclusión Social Energético (FISE).

El papel del FISE en la masificación del gas

El FISE es un mecanismo público orientado a facilitar el acceso a la energía en hogares vulnerables, a través del financiamiento de conexiones y la reducción de costos para los usuarios finales. Se nutre de aportes del propio sector energético y opera como un complemento a las políticas de expansión del servicio.

En el marco del anuncio del Gobierno, el Minem ha informado que el FISE viene siendo utilizado en iniciativas puntuales, como el proyecto piloto de San Jerónimo, en Cusco. Allí se construye una Planta Satélite de Regasificación y cerca de 25 kilómetros de redes, con el objetivo de atender inicialmente a unas 1.000 familias en una zona que no cuenta con gas por redes.

Este tipo de intervenciones muestra cómo el FISE puede servir como herramienta de arranque en contextos donde la infraestructura aún no existe. Sin embargo, el nuevo anuncio se da mientras la ley que impulsa la masificación del gas natural ya está vigente, pero aún no cuenta con un reglamento plenamente desarrollado.

Avances desiguales en el país

Las cifras oficiales confirman que la masificación del gas natural no ha avanzado de manera uniforme. Según Osinergmin, al primer trimestre de 2025 el Perú superó los 2,4 millones de conexiones residenciales, pero más de la mitad se concentran solo en Lima y Callao. En el centro y sur del país siguen dependiendo de alternativas más costosas, como el transporte de gas por camiones y el uso de plantas satélite.

La ausencia de definiciones sobre criterios de focalización, subsidios y topes de consumo mantiene incertidumbre sobre cómo se ejecutará la expansión y cómo se usarán los recursos públicos. De esa reglamentación depende que herramientas como el FISE se orienten a más hogares y pequeños negocios, y no terminen beneficiando a unos pocos.